Estudió diseño de moda en Barcelona, y ahora, a sus 23 años, trabaja en Pull&Bear. «Desde los 12 o 13 dibujaba los figurines de moda», me comenta tras haber ganado el tercer premio del premio para jóvenes diseñadores Xuventude Crea. «Fue genial, nunca me había presentado a un concurso», destaca Sara Gago López. Ganó mil euros gracias a su colección Duo «inspirada en el mito de Platón sobre el origen del amor», apunta. Sobre el futuro no sabe si «algún día intentaré algo por mi cuenta», apunta. El concurso al que se presentó sustituye al que durante muchos años tenía la denominación de Tesoira y estaba impulsado por la Xunta y destinado también a jóvenes diseñadores de moda.
«Fiesta de la unión»
Un centenar de personas, la mayoría de la promoción que terminó sus estudios hace 25 años, se apuntaron a la tradicional Fiesta de la unión, el punto de encuentro de antiguos alumnos de los Salesianos. El programa de actos incluyó una visita por las instalaciones del colegio, que tantos recuerdos les trajeron y a las que muchos no habían vuelto desde hace años, una misa y la tradicional ofrenda floral al monumento a Don Bosco. La concejala Rosa Gallego acompañó al grupo durante esta primera parte del jornada. Después hubo una comida y las siete y media de la tarde un concierto a cargo de un grupo integrado por exalumnos.
Nueva sede cántabra
Un centenar también es el numero de socios con los que cuenta la Casa de Cantabria. Hasta ahora ocupaban un bar-local de la calle Antonio Ríos y desde ayer la sede está en Mendaña de Neyra, al lado de Expocoruña. El presidente, Eugenio Pedraja, pretende que sea la casa de todos los cántabros y el lugar donde se puedan realizar exposiciones o conferencias. Ayer, con motivo de la inauguración, hubo unos pinchos y ya anuncian que para enero prepararán un cocido montañés.
Un siglo de vida
María Asunción Vilas Vilas, natural de Lañas, A Baña, cumplió esta semana 100 años. Vive en la calle del Sol con tres de sus nietos y, a pesar de llevar un siglo a sus espaldas, sigue preparando la comida. «Se defiende por sí misma. No sale mucho de casa, pero hasta hace poco hacía la compra ella sola», me comenta Marcos, uno de los nietos. El martes no tuvo que cocinar porque con motivo del cumpleaños la invitaron a comer al Rodizio de General Mola. «Estaba muy feliz con toda la familia alrededor», apuntan.