La cercanía de las primarias para elegir a los candidatos del PSOE para las municipales del próximo mes de mayo amenaza con descoser de nuevo las costuras del partido que gobernó la ciudad durante 28 años. El principal aspirante a desbancar a la oficialista Mar Barcón, el militante de base Ángel Garmendia, ha levantado una vieja bandera de los socialistas, la de la consulta abierta a todos los ciudadanos que estén interesados en participar. No es el primero que lo hace. Fue una de las peticiones, por ejemplo, de Carmen Chacón en las primeras fases de su duelo con Alfredo Pérez Rubalcaba. Garmendia ha pasado de las palabras en los medios a los hechos y le ha remitido una carta al secretario general del partido, el recién electo Pedro Sánchez, en la que le reclama que dé la voz a la ciudadanía para «ilusionar a las bases». Las buenas palabras de las campañas previas no auguran un resultado favorable para los intereses de Garmendia. Sánchez, mientras sigue buscando fotos que le permitan ocupar espacio en la vida pública, ya ha incumplido su primera promesa: celebrar elecciones internas en noviembre para elegir el aspirante a la presidencia del Gobierno. Así que, salvo sorpresa inesperada, a los candidatos de las primarias les tocará conquistar a los militantes de toda la vida. ¿Hay miedo a las primarias abiertas?