La programación infantil triunfa en todos en los terrenos

Iria Pérez Gestal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los payasos causaron sensación en Novo Mesoiro, el barrio más joven de la ciudad

08 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos payasos y doscientos niños. Esa es la imagen del éxito de la visita del Festival Faranduleando al barrio de Novo Mesoiro. Era previsible. Se trata del área más joven de la ciudad. Pero lo cierto es que ayer más de uno se mostraba sorprendido. «Pocas veces habíamos visto tanta gente en verano como hoy», decía una vecina desafiando a un sol de justicia.

Faranduleando es un festival callejero de artes escénicas itinerante que durante este verano ha acercado los títeres, la magia y el teatro a casi todos los barrios de la ciudad. Ayer, los payasos Pancho y Cachibache, de la compañía Vagamundos Teatro, conquistaron a los niños de Novo Mesoiro, que se agolpaban en círculo a su alrededor a las puertas del centro cívico. Poco parecía importarles a los más pequeños el bochorno y el sol que no daba tregua en la explanada. Después de que los payasos les recomendaran ponerse viseras y beber mucha agua, los únicos que se acordaban del calor eran los padres que contemplaban el espectáculo desde la barrera.

Aún así, los divertidos personajes lograron sacarles también a ellos una sonrisa. «A nosotros nos parece muy divertido, pero a los que tiene que gustar es a ellos y no hay más que verlos, están entretenidos y participando todo el tiempo», comentaba Ángeles Pousa, madre de dos niños de nueve y seis años.

Después de media hora de risas de los más pequeños con las clásicas tonterías y riñas entre Pancho y su compañera, llegó el momento de sacar a los niños a bailar. Y ahí fue cuando también los más mayores estallaron de risa. Pancho «confundió» los cedés y puso canciones antiguas de Manolo Escobar y Pimpinela. Las familias estallaron de la risa con los niños, que reclamaban a gritos música «de ahora». Cachibache invitó a tres pequeños magos a salir al escenario, que con la ayuda de unas cintas de colores transformaron los discos de viejas glorias en las canciones que hacen bailar a las nuevas generaciones. Y así llegaron la última canción de Paulina Rubio y la más bailada, el célebre Gangnam Style, que hizo que una marea de niños se uniera a los payasos para botar sin parar con esa coreografía que recorrió el mundo.

No era muy difícil comprobar que estaba uno en el barrio con mayor número de menores de doce años de toda la ciudad. Había desde bebés que apenas habían dicho sus primeras palabras a preadolescentes que sabían de memoria la letra de todas las canciones. Ana Rey, que lleva diez años viviendo en el barrio, y fue a ver el espectáculo con su hija de cuatro años -tiene otro niño de siete meses- y las dos estaban encantadas con el espectáculo: «Cuanta más programación haya y venga para aquí para el barrio mejor. Y más si es algo como esto que hace que los niños participen». «Mi hija lleva todo el tiempo ahí, en primera fila. Está muy contenta», explicó.

Cuando, una hora y pico más tarde, Cachibache y Pancho abandonaron el lugar, los niños se resistían a irse. A las 20.00 horas llegaba Tu vuelo... Mi vuelo..., el espectáculo de circo y danza de la compañía oscense Zangania, que hizo volar casi hasta el anochecer la imaginación de los más pequeños.

maría pita 2014