Vecinos de As Galeras denuncian la práctica de prostitución en el parque

m. ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

Las prácticas se realizan entre los arbustos de la parte baja.
Las prácticas se realizan entre los arbustos de la parte baja. m. b.< / span>

Dicen que los contactos, de carácter homosexual, se realizan a pleno día

17 jul 2014 . Actualizado a las 18:26 h.

Vecinos de la urbanización As Galeras, en Oleiros, están preocupados y molestos por lo que desde hace unas semanas ha empezado a convertirse en una práctica habitual de noche y de día: el ejercicio de la prostitución en el parque de As Galeras, en la zona más baja de este espacio verde.

Los residentes precisan que se trata de prácticas de carácter homosexual que, en ocasiones, se realizan de forma muy poco discreta y a plena luz del día, lo que supone un importante trastorno para los residentes, en especial por la presencia del niños en la zona verde, donde existe también un área infantil.

La zona donde, según los vecinos, se ejerce la prostitución se encuentra en la parte más próxima a la costa, a la altura de los roquedos del margen derecho de la playa de Bastiagueiro Pequeno. En este espacio existen varias especies arbóreas de escasa altura y ramas frondosas tras las que los prostitutos y sus clientes se ocultan para mantener relaciones y donde ayer mismo podían encontrarse envoltorios de preservativos.

Las parejas también se internan en una zona de maleza espesa que se encuentra en el límite del parque y que presenta pasos de entrada desde este punto. «É aí abaixo, non hai máis que ver os carreiros», indicaba ayer una vecina de la urbanización, quien asegura que esa zona es desde hace muchos años un espacio de encuentro homosexual. Esta residente sostiene que en la actualidad se registra una importante presencia de vehículos, en especial los sábados y festivos y que, en ocasiones, ha habido incluso peleas entre hombres que frecuentan el lugar.

Evitar el paso

La constatación de que en la zona verde se ejerce la prostitución ha llevado a algunos residentes a evitar el paso por esta zona del parque ante el temor a que puedan producirse incidentes o situaciones incómodas, sobre todo en compañía de menores. «Eu vou todos os días ao parque pero por aí non baixo», indicó la misma vecina.

Pese a que la parte de la urbanización que linda con el parque a esta altura, en las calles Sandino y Máximo Gómez, tiene el acceso a vehículos limitado a los residentes, no es extraño ver coches aparcados en la parte más próxima a donde los vecinos dicen que se realizan los encuentros.