El koruño, la jerga callejera emblemática de A Coruña, ya tenía algún peso específico en Internet, en forma de glosarios, alguna que otra norma gramatical y también presencia en curiosas enciclopedias, que no reparan en señalar que en su contenido puede haber trazas de sentido del humor.
Pero el koruño dio un importante paso el pasado viernes para superar definitivamente la frontera de O Burgo. Y no lo hizo en tren, pero casi, porque fue a través de la cuenta oficial de Twitter de Renfe. Sí, a través de la popular red social en la que la compañía de trenes de España tiene nada más y nada menos que 47.000 seguidores.
Fue cuando un usuario de Twitter retó a la dirección de comunicación de Renfe a dar un aviso en koruño: «Chorvo tanto catalán y tanto euskera, y nada de koruño menudos mataos». Y desde la compañía ferroviaria le contestaron demostrando su dominio de la jerga y le saludaron con un «Buah neno no te chines (enfades)» y pidiéndole que le invitase a «unas garimbas (cervezas)».
El usuario no se amedrentó y quiso más. Le exigió a su interlocutor que tenía que dar un aviso en koruño «si no, no vales nel (nada)». El responsable en ese momento de la comunicación de Renfe estuvo a la altura demostrando su total dominio de la jerga, pero a esa hora no había avisos que dar: «Pero, neno, si ahora fuca todo. No hay avisos ni nel... Cuando un maquinista late, te decimos. Mientras, vamos apokinando».
La conversación tuvo su repercusión en la red social, mucha gente mostró su extrañeza, otros preguntaban por el lugar de origen del portavoz de Renfe.
Y claro que era de A Coruña, pero no tiene porque ser o formar parte del área de comunicación de la compañía ferroviaria. Qué va. Lo que intenta hacer Renfe es tratar de dar contestación a todo aquel que le haga una pregunta, sea en la lengua que sea. En griego, en italiano, e incluso lo hacen siguiendo una parodia de una serie de televisión, porque así se lo piden. Y para ello, los responsables de comunicación de la empresa contactan con aquellos compañeros que tengan ese dominio o esa virtud. El coruñés lo tenía.
¿El objetivo?, no es otro que demostrar que detrás de una compañía grande hay personas, que intentan ayudar sin faltar al respeto y además, si se puede, con humor.