El discurso feminista de Desaramar llenó el Ágora

Dolores Vazquez A CORUÑA

A CORUÑA

Un momento de la actuación en el Ágora
EDUARDO PEREZ

La cantante Sés reúne a músicos y artistas de diferentes generaciones en la defensa de la igualdad

08 mar 2014 . Actualizado a las 15:36 h.

En el 40 aniversario del asesinato de Víctor Jara y a unas horas del 8 de marzo, Sés rindió ayer homenaje al referente de la canción protesta chilena con la primera edición de Desaramar, un festival feminista en el que se cantó desde A Coruña y en galego a favor de la igualdad de sexos. La cita fue en un Ágora lleno, con un cartel con artistas cuya trayectoria no se discute. María Xosé Silvar tiró de repertorio propio y ajeno por un escenario en el que se reconoció el trabajo de Fuxan os Ventos con la participación de la retumbante voz de Tereixa Novo, la militancia artística de Ugía Pedreira, la contundencia sonora de Martín Sanjurjo como representante del legado de Saraibas, al eléctrico Piti Sanz y al combativo Luis Tosar con su apuesta por las voces femeninas con Di Elas, el discurso único que defiende Mercedes Peón, el femenino singular de Leo Arremecághona y las palabras incisivas e inteligentes del siempre directo Carlos Blanco.

Acompañados por la banda de Sés a la que se incorporaron el polifacético Xosé Lois Romero y Xavier Ferreiro de Luar na Lubre, el festival fue muy variado en cuanto a la propuesta sonora. Hubo proclamas y música casi al cincuenta por ciento en un recinto, el auditorio del Ágora, demasiado ajustado para un festival que pedía baile y dejó al público con pocas más alternativas que acompañar con palmas y repetidas puestas en pie. Quizás para compensar, los cantantes se marcaron un agarrado con el «Canto aquí, canto na Habana», con el que se cerró el concierto.

Desaramar es un proyecto personal de María Xosé Silvar, que pretende tener continuidad, y en el que participaron parte de sus referentes artísticos y amigos en un cartel que se demostró que tuvo tirón.

Le sirvió para defender que «outro mundo é posible», que la lucha por los derechos de la mujer no deben restringirse a un solo sexo y que es imprescindible una educación sin sexismo si se quiere hablar de verdadera igualdad. El festival terminó casi a medianoche, cuando durante 24 horas se defiende desde todas las instancias un discurso, en la forma, parecido.