El Fórum está para comérselo

alberto mahía A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Los grandes cocineros y sus mejores platos deslumbran en Expocoruña

24 feb 2014 . Actualizado a las 14:47 h.

Es un placer picar de ahí y de allá, ver a los más grandes enseñar a echar el pescado en la sartén o que el té de boletus le cae como anillo al dedo a los erizos. Para quedarse y no salir de ahí en años. No hay que fijarse más que en la fotografía y ver como disfrutan los visitantes del capón más cebado del corral, los frutos más lozanos del huerto o los platos más vanguardistas de aquí y de allá. Platos que no han probado nunca o platos que no han parado de probar. Además de tapear un buen jamón o animarse con un vino tinto de escándalo, los cientos de personas que ayer acudieron a Expocoruña a la inauguración del Fórum Gastronómico supieron, entre otras cosas alucinantes, que el pulpo se puede cocer al vapor; que bien preparado, no hay quien distinga el rodaballo de piscifactoría al salvaje, o que no hay que fiarse de que el lacón con grelos venga como las sardinas, en lata. Todo es un disfraz. Al destaparlo, sigue vivo, rico, jugoso y nutritivo porque así lo quiso Embutidos Lalinense, una de las 450 marcas presentes en este espectáculo culinario. De ahí y del resto de puestos salen los olores, sabores y colores que le brindan sustento a este acontecimiento que nació hace 15 años como el principal escaparate de la cocina española y que ahora A Coruña se subió al carro.

Lo hizo de la mano de los cocineros más afamados del país, empeñados en hacer del público unos auténticos expertos culinarios. Desde los púlpitos que en el recinto les prepararon, grandes chef como Jordi Cruz, Luis Veira o Pepe Solla pudieron ayer confirmar que su público se escapaba de cualquier patrón de edad o procedencia social. Sus ganas de probar lo que nunca han probado, sus gustos, sus manos balanceando las copas de vino, con los codos abriéndose camino hacia las debilidades culinarias de los gallegos, pues en el Fórum están todas. Porque seguramente el gallego no ame ni más ni menos la cocina que el de cualquier otro país o comunidad, pero sí expresa su devoción por sus productos sin complejos ni remilgos. A voz en grito. Ya decía Álvaro Cunqueiro que lo primero que hace un gallego con un animal es probarlo para ver qué tal sabe. Ahí colgaban bacalaos como estandartes de la cuaresma, puestos con sus mostradores de madera deslucida sobre los que se agolpaban los mejores caldos de la región, y bandejas donde los pescados parecían haber salido del mar con el limón en la boca.

Y con la boca abierta se quedaban muchos al descubrir lo que se podía hacer con algas marinas o hierbas aromáticas. Como un pájaro que se ha caído del nido quedaron algunos con la explosión de sabores que produce un simple aguacate aromatizado que preparaba el maestro Juan Galán, que de pie en el estrado y deslumbrado por los focos, sudaba como si lo estuvieran persiguiendo. No lo sacaron a hombros de milagro.

También es un Fórum para aprender, descubrir y degustar los productos de las principales empresas del sector de A Coruña y Galicia. Desde la cerveza de Estrella Galicia, al vermú de Nordés, los cafés Siboney, los aceites Abril... Así, hasta 450 marcas llegadas de todos los rincones y repartidas en 5.000 metros cuadrados.

Este universo gastronómico continuará hoy y mañana. Con nuevos talleres o lecciones magistrales de grandes cocineros mostrando las últimas técnicas innovadoras y las más antiguas. Porque aquí hay sitio para una empanada de zamburiñas o para la ostra cocinada a -18° con destilado de manzana.