«A Coruña no puede tener un edificio como Dolce Vita vacío»

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La banca rechazó en el mes de julio un cambio del modelo de negocio

04 feb 2014 . Actualizado a las 13:26 h.

Isaac Castresana, director general del Grupo Chamartín, empresa propietaria del 50 % del Dolce Vita, explica por qué no tuvieron más remedio que cerrar el centro comercial el pasado 31 de enero, una decisión que ya planeaba desde el pasado mes de julio.

-¿Cuándo se tomó la decisión de cerrar?

-Nosotros, como compañía, contratamos una consultora para cambiar el modelo del centro para ofrecérselo a la banca como una solución, no hacer un outlet, pero sí hacer un centro distinto al de Marineda, Coruña Value Shopping, que pudiera ser destino de otros compradores de una oferta diferente a la de Marineda. Estuvo hecho, se presentó a la banca en el mes de julio, porque iba a refinanciar el proyecto, les pareció un buen proyecto, pero que llegaba un poco tarde para ponerlo en práctica. Han seguido surgiendo cosas, planes que no han cuajado, y llegó un momento que no se podía aguantar. Cuando vemos que el proyecto que presentamos a la banca no sale adelante, pensamos que tenemos muy pocas posibilidades de conseguirlo. Habíamos pensado en cerrar en octubre, coincidiendo con los cinco años y si lo mantuvimos abierto fue por ver si salía este último adelante.

-¿Por qué deciden cambiar el modelo de negocio?

-Nosotros tenemos una salida muy importante, que es la salida del hipermercado, hicimos todas las gestiones habidas y por haber para traer otro, porque esa parcela no es propiedad de Chamartín, sino del propio supermercado, incluso les hemos ayudado a montar otro, pero no ha sido posible. Este cierre fue otro escollo, y luego llegó la anticipación de la apertura de Marineda. Después otras salidas, como Inditex, Primark o H&M, que complicaron mucho la situación y que hemos sabido llevar con mucha profesionalidad.

-¿Confiaban en la baza del ocio nocturno?

-Yo tenía esperanzas de poder convencer a la banca de que la gestión pudiese llevarse de otra manera, pero la banca no estaba en condiciones de poder refinanciar un proyecto a cinco años que era lo que les ofrecíamos. Tecnológicamente muy bien desarrollado, con un nuevo formato del centro, con una serie de nuevas marcas internacionales, exigía que fuésemos nosotros capaces de mantener las grandes marcas que hasta ese momento teníamos en el centro, pero no ha sido posible. Al mismo tiempo que estábamos trabajando en esto, existió esa oferta del ocio nocturno que hemos seguido manteniendo viva hasta que las circunstancias fueron las que fueron. Nosotros pusimos una fecha, si ese proyecto hubiese querido y podido alquilar metros cuadrados, que es realmente lo que pretendemos, hubiésemos tomado más en serio esa oferta y hubiésemos mantenido abierto el centro, pero ha sido imposible. La concurrencia es tal que en este caso a un centro comercial se lo ha comido un gran comercio implantado a tres metros de él.