Desde octubre se registró una leve recuperación, con 1.684 nuevas altas
17 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La evolución de las cifras de afiliación a la Seguridad Social en A Coruña sigue siendo para echarse las manos a la cabeza, con números que demuestran que la hecatombe que supuso la crisis económica también tuvo su reflejo en la ciudad. Según los datos de afiliación a la Seguridad Social a último día de noviembre de este año, estaban de alta en el registro 123.756 personas. Son 17.758 menos de los que había en noviembre del 2007, en el que seguramente fue el mejor año de la historia de la ciudad.
Pero las cifras actuales no solo son pobres en comparación con las de entonces, sino que también salen malparadas cuando se reflejan con las del mismo mes de todos los ejercicios anteriores desde el 2006. Hay que remontarse unos 15 años para ver números parecidos.
Leves repuntes
Así, en el 2009, con la crisis mostrando los dientes, había en la ciudad 10.180 afiliados más que ahora a la Seguridad Social. El volumen de afiliación, según los datos que recoge en sus estadísticas el Ministerio de Empleo, no dejaron de empeorar desde el 2007, salvo un mínimos y testimonial repunte interanual en el 2011. Entonces se apuntaron casi 200 altas más que en el mismo período del ejercicio anterior. Del 2011 al 2012 hubo casi 4.000 bajas y de noviembre del 2012 hasta el mes pasado suman cerca de otras 1.500.
Sin embargo, algunos números pueden inducir a un muy moderado optimismo si se analizan la tendencia detectada desde agosto. Entonces las altas comenzaron, levemente, a subir, para crecer en noviembre en 1.684 con respecto a octubre.
La variación incita a pensar en los célebres brotes verdes, o al menos en la existencia de semillas que algún día germinarán, porque en números absolutos el 2013 pasa por ser el peor en mucho tiempo en cifras de afiliación. Desde enero en la ciudad hay 1.513 afiliados más siendo, después de Pontevedra, la ciudad que más creció en Galicia. Con todo, el 2013 acabará, salo milagro de Navidad, con peores datos que el 2012.