La máquina, capaz de hacer 2.500 millones de operaciones por segundo, tiene veinte años y ya es una pieza de museo
13 abr 2013 . Actualizado a las 07:04 h.Había tres centros de supercomputación, «dos en Barcelona y el Cesga en Santiago, que era el más potente de España». Esto explicaba ayer Ramón Núñez Centella, director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, tras recibir en el salón de actos del centro el primer supercomputador de España, que estuvo en el Centro de Supercomputación de Galicia, Cesga. En 1993 era el más potente, «capaz de resolver 2.500 millones de operaciones por segundo», apuntaba Núñez.
El supercomputador fue entregado por Manuel Antonio Varela Rey, director de la Axencia Galega de Innovación de la Consellería de Economía, y Javier García Tobío, director general del Cesga.
La pieza donada, que estará en la sala Siglo XX, que el Muncyt inaugurará en junio, «es uno de los cuatro módulos de la CPU que entonces incorporaba ya la tecnología VLSI (very large system integration), indicaron desde el museo.
8.700 pines con oro
Núñez Centella recordó que entre los usuarios del supercomputador estaban desde las universidades gallegas hasta el Centro Superior de Investigaciones Científicas, pasando por empresas privadas, como Endesa, «que la usaba para simular la dispersión en la atmósfera de las partículas procedentes de las centrales térmicas, para saber hacia dónde se desplazaban».
Otro detalle que destacó Núñez es la presencia en este supercomputador de 8.700 pines «con una aleación de oro para mejorar la conductividad».
La unidad central (CPU) de este supercomputador «estaba refrigerada por un circuito cerrado de agua. El sistema disponía de 512 MB de memoria SRAM, 1 GB de memoria de estado sólido (SSU), 15 GB en disco», explicaron desde el Muncyt. Con todo ello ocupaba 75 metros cuadrados y tenía un peso de 7.986 kilos.
En 1993, el año en el que fue instalado esta supercomputadora, «llegó a ocupar el puesto 146 de entre las 500 más rápidas del mundo».