El cambio de gestión y el macrojuicio del «Prestige» han permitido que el recinto sanee sus cuentas
14 oct 2012 . Actualizado a las 07:02 h.Con casi cinco años de retraso, en el 2008 abría sus puertas el recinto ferial de Expocoruña, cuya construcción estuvo envuelta en la polémica, ya que de los 22 millones de euros por los que se adjudicó el proyecto inicial en el 2003, se acabaron pagando casi 41, una cantidad que fue demorando las obras hasta que finalmente se dieron por terminadas hace cuatro años. Los encargados de desembolsar todo este dinero fueron los patrones del Instituto Ferial de A Coruña (Ifeco), presidido por la Xunta (25,9 millones), el Ayuntamiento (que cedió los terrenos, valorados en 30 millones) la Diputación (9), Caixa Galicia (6) y la Confederación de Empresarios de A Coruña y la Cámara de Comercio, que se comprometieron a abonar el 1 % de la aportación final total.
Si ya su puesta en funcionamiento estuvo lastrada por mil y una dificultades -incluso se inauguró sin que estuvieran finalizados los accesos ni el aparcamiento-, su evolución a lo largo de estos cuatro años ha sido totalmente negativa, ya que ha ido arrastrando pérdidas de forma consecutiva. La llegada del equipo de gobierno de Carlos Negreira al palacio municipal de María Pita hizo que se decidiera dar un cambio de rumbo al recinto ferial, empezando por sustituir a su gerente, Ana Montes, por Santiago García-Poveda, un ingeniero de caminos especializado en gestión en el mundo de la construcción y sin ninguna experiencia previa en el sector de la organización de congresos.
Su fórmula de controlar el gasto, reducir lo innecesario y lo que diera pérdidas, y solo apostar por eventos que aportaran beneficios, ha hecho que por primera vez en su historia, Expocoruña no acabe el año en número rojos. A este pequeño despegue del recinto ferial coruñés también se ha sumado el hecho de que ha sido elegido como sede para celebrar el macrojuicio del Prestige, que comenzará el próximo 16 de octubre y que se prolongará por espacio de ocho meses.
Más de 1,4 millones de euros costará la celebración de este proceso, ya que será necesario adecuar parte del recinto ferial para convertirlo en sala de vistas, además de dotarlo de técnicos, traductores y personal especializado en el desarrollo de este tipo de citas judiciales.
Citas pendientes
Sin embargo, la gran capacidad de Expocoruña -con más de 18.000 metros cuadrados de superficie- permitirá que se pueda compaginar el desarrollo del juicio con otro tipo de eventos. De hecho, en estos momentos se está gestionando la puesta en marcha de una Feria de Antigüedades, que tendrá lugar en noviembre, mientras que para el mes siguiente está programada una de autónomos, otra de vehículos de ocasión y varias fiestas de Navidad de empresas privadas.
Con todas ellas este año se cerrará con la puesta en marcha de cerca de una treintena de eventos, que mantendrán ocupado el recinto ferial durante un total de 225 días, donde se incluyen las jornadas de montaje y desmontaje además de los propios de celebración de la feria. Esta cifra supone un incremento de más de un 25, 7 % con respecto a las jornadas en las que se abrió Expocoruña durante el 2011, que solo fueron 179, a pesar de que se celebraron 44 eventos (17 más que en el 2012). La explicación está en el juicio del Prestige, ya que solo este año ocupará a lo largo de cuatro meses las instalaciones, porque ya desde septiembre se están llevando a cabo los trabajos del montaje de la sala de vistas.
Además del incremento en la ocupación, también se ha producido un balance positivo en el número de asistentes, ya que mientras en el 2011 pasaron por este edificio 152.000 personas, se estima que cuando se cierre el 2012 lo hayan hecho alrededor del 217.000, lo que supone casi el doble -42,8 %-. Consecuentemente, este aumento de asistentes se traduce en una subida de ingresos, que se duplican. Así, de los 266.00 que se consiguieron recaudar en el ejercicio pasado, se prevé sumar este 572.000 (un 115 % más).
Nuevos nichos de mercado
La gran versatilidad del recinto ferial ha hecho que los responsables de Expocoruña se estén marcando nuevos retos para el 2013. Su objetivo es agudizar el ingenio y buscar nuevos nichos de mercado, para lo que ya se han puesto en contacto con empresas especializadas en la organización de eventos, para conseguir que el recinto ferial coruñés pueda por fin despegar y comenzar a dar beneficios.