Las apuestas de punta Langosteira

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira CRÓNICAS DESDE LA TORRE

A CORUÑA

12 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Fueron muchos los que pensaron que el anuncio de la instalación de Pemex en el puerto exterior de A Coruña era un farol, una especie de clavo ardiendo preelectoral al que Feijoo se agarraba con vistas a las autonómicas. Pero la decisión de la cuarta petrolera del mundo de instalarse en punta Langosteira no es un capricho temporal. Tampoco un pequeño favor a un político que se juega su reelección a miles de kilómetros de DF.

La elección de instalarse en A Coruña por parte de Pemex es mucho más que todo eso. Su decidida apuesta por punta Langosteira, materializada por escrito por un período inicial de al menos 35 años, con una primera inversión de 57 millones de euros -más de 9.500 millones de pesetas- y plazos concretos de inicio de operaciones, en un horizonte de unos treinta meses, en función del desarrollo de las obras de logística, es un paso clave para el futuro de la infraestructura más cara de todo el noroeste peninsular. Pemex pretende convertir esta base en el Finisterre español en la punta de lanza de su conquista de los mercados europeos, en dura pugna con los gigantes rusos. Pero es que, además, la multinacional mexicana es un conglomerado empresarial con ramificaciones y presencia en casi todos los sectores de la economía productiva, lo que convierte a esta empresa en su socio ideal para acometer la revisión del modelo económico gallego. La construcción de barcos, desde quimiqueros de gran capacidad hasta remolcadores, no es más que el primer ejemplo de ello.

Pero si Pemex gana en la operación, el segundo gran beneficiado es el Puerto de A Coruña. Conseguir que el primer cliente de la nueva dársena de punta Langosteira sea un gigante mundial es un gran mérito del equipo gestor que encabeza Enrique Losada, otro de los grandes triunfadores de una operación en la que también ha tenido una participación decisiva el alcalde coruñés, Carlos Negreira, como parte del equipo de más estrechos colaboradores de la Xunta. Ellos han sabido vender la ubicación estratégica de Langosteira y sus potencialidades como los elementos más importantes para captar esta gran inversión. El Puerto tiene que empezar a devolver en el 2014 los 257 millones de euros de préstamo con los que financió parte de la obra de punta Langosteira. Y el desembarco de Pemex le garantiza, de entrada, un incremento de los ingresos del 15 por ciento, un primer paso para poder acometer el reintegro del crédito.

La operación también es importante para la economía de A Coruña, Arteixo y el resto del área metropolitana. A los empleos directos -se habla de varios centenares- habrá que sumar los indirectos en todos los servicios auxiliares. Y todo ello, con una empresa que ocupa apenas tres hectáreas de las más de 146 de las que tiene a disposición de los potenciales clientes la dársena de punta Langosteira. El puerto exterior es ya una realidad tangible. El Canberra, que saldrá mañana rumbo a Australia, fue el primer buque de una larga y próspera historia.

Paso al frente del Noroeste

Hay cuestiones para las que no es necesario contar con el aval de un comité de sabios bien remunerado para que distinga al Noroeste Pop Rock y a Viñetas desde o Atlántico como dos de los referentes lúdico-culturales de la ciudad. Los resultados de ambos eventos esta semana no hacen más que ratificar lo evidente: miles de personas han disfrutado de dos actividades tan dispares como atractivas.

Lo del Noroeste es de alabar. Tras los bandazos de su primer mes como nueva concejala de Cultura y algún consejo extemporáneo, el equipo de Ana Fernández ha sabido recuperar las mejores esencias del evento con una apuesta ganadora: una estrella mundial en activo -no una vieja gloria de lejano pasado- y lo mejor del panorama musical gallego. La mezcla, ayudada por el buen tiempo, ha salido muy sabrosa. Y el coste ha sido incluso inferior a ediciones anteriores.

Lo ideal sería volver a cuadrar la celebración del Noroeste con el fin de semana, pero si el cabeza de cartel requiere un cambio de fecha, como en esta ocasión, el público sabe valorar la modificación. Miles de personas dieron fe de ello esta semana.