Ya nadie en Cambre es ajeno a la polémica que ha surgido en las últimas semanas por la «misteriosa» desaparición de una de las piezas más valiosas que se conservan en la iglesia de Santa María de Cambre: la hidria de las bodas de Caná. El caso es que algunos vecinos del municipio dieron la voz de alerta porque el pedestal en el que habitualmente está colocada, a la entrada de la iglesia, en el margen izquierdo, apareció de un día para otro vacío. Tal fue la preocupación de algún feligrés que incluso la Policía Local tuvo que acudir a la iglesia para pedir explicaciones al párroco.
Una vez allí, los agentes aclararon el malentendido y confirmaron que la pieza ha sido cedida, con todos los permisos necesarios, desde el 15 de junio hasta el 15 de diciembre para formar parte de la exposición Gallaecia Pétrea. Los que la echen de menos, podrán visitarla mientras tanto en el Museo de Galicia, ubicado en las dependencias de la Cidade da Cultura, en Santiago. Y, aunque los responsables de la iglesia de Santa María de Cambre rechazaron ahondar en la polémica, lo cierto es que el párroco ya había informado a los feligreses de este traslado temporal durante el transcurso de una misa.
Desde la Consellería de Cultura destacaron que esta hidria es una pieza «única, de gran valor y relevancia», y por ello fue escogida, junto con otras 340, para formar parte de la exposición Gallaecia Pétrea. Según varios estudios, este enorme recipiente de piedra calcárea pudo haber sido traído de la zona de Jerusalén por los templarios y simboliza las utilizadas en las bodas de Caná por Jesucristo, para convertir el agua en vino.