La calle Real pierde tres comercios en una semana

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Cerca de una veintena de bajos han cerrado sus puertas en los últimos años

06 feb 2012 . Actualizado a las 12:35 h.

La crisis económica, el alto precio de los alquileres y la brutal competencia de los centros comerciales son tres de las razones que están hundiendo el comercio local coruñés, que en una sola semana perdió tres negocios en una de sus vías más céntricas: la calle Real. El anuncio de la jubilación del empresario Juan Blanco obligaba a colgar el cartel de liquidación por cierre en el local que esta firma viguesa tenía en el número 26 de la calle, y que el pasado martes echaba el cerrojo.

El mismo itinerario siguió la tienda que La Caja de Pandora tenía en el bajo número 5, y que tras varias semanas de liquidación, amanecía estos días con todo su escaparate tapado con papel y con un letrero en el que se anunciaba que el establecimiento podía ser alquilado.

Con él ya son dieciséis bajos que están libres en una de las calles comerciales más importantes de la ciudad, y que ha visto como en los últimos años se han ido marchando de allí firmas tan emblemáticas e importantes como MacDonald?s, la joyería Malde, la tienda de complementos Misako o la cafetería Kirs. Precisamente, este negocio hostelero está intentando volver a ponerse en marcha después de que a mediados del año pasado se despidiera de su clientela.

El regreso del Kirs

Durante todo este tiempo se barajaron múltiples posibilidades de empresas que estaban interesadas en ocupar este bajo, con salida a la avenida de la Marina y a la calle Real, ya que se habló de que se iba a instalar allí un bazar chino, después una tienda de moda, y finalmente volverá a ser una cafetería. Según los propietarios de la misma, en un mes podría volver a abrir sus puertas, aunque por el momento están realizando distintas catas en la fachada del edificio, ya que Patrimonio exige que se utilicen los materiales originales de la misma.

Otro de los rumores que también recorrió la calle Real hace unos meses fue el posible cierre de la única cafetería que sigue abierta en esta vía: el Vecchio. Sin embargo, la noticia de su marcha no ha sido confirmada oficialmente y todo parece indicar que, a pesar del alto alquiler que tiene que soportar, permanecerá abierta por el momento.

Pero esta buena noticia parece ser la única en una calle donde la sangría de cierres podría incrementarse en los próximos meses por el endurecimiento de la crisis.