Arquitectura se rinde al inventor del futbolín

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La escuela de la Zapateira homenajea a Alexandre Fisterra por crear «un objeto referencial de nuestra cultura del ocio»

30 sep 2011 . Actualizado a las 12:16 h.

Aunque pueda parecer que la arquitectura y un futbolín no tienen nada en común, desde la Universidade da Coruña (UDC) piensan lo contrario. De hecho, este viernes rendirán su particular homenaje a Alexandre Fisterra, «por la creatividad con la que creó el futbolín, un objeto de diseño que se ha convertido en una referencia de nuestra cultura del ocio. Queremos destacar su creatividad, porque en la arquitectura también hay mucha creatividad», explicó Xosé Manuel Casabella, director de la Escola Técnica Superior de Arquitectura (ETSA).

Fue en plena Guerra Civil cuando este vecino de Fisterra, cuyo auténtico nombre era Alexandre Campos Ramírez, ideó un fútbol de mesa para que se pudieran entretener los niños que estaban ingresados en el Hospital de Montserrat, donde él estaba siendo tratado tras ser víctima de un bombardeo. Aunque en un principio se consideraba que él fue el padre del futbolín, en los últimos años han surgido distintas informaciones en las que se apuntaba que existían inventos similares en otras partes del mundo. «Lo que no se puede negar es que fue el que creó el primer futbolín en España, donde también lo patentó y lo hizo famoso», señaló Casabella.

Para recordar toda la vida y obra de Alexandre Fisterra, este viernes, a las 12.15 horas, se proyectará el documental Tras el futbolín, en el que se cuentan todos los pormenores de este invento, que se ha convertido en un símbolo del ocio español. A continuación, habrá un coloquio en el que participarán el propio Casabella, además del rector de la UDC, José María Barja, y los escritores Xosé Luís Méndez Ferrín, Xosé Ramón Barreiro Fernández y Manuel Rivas.

Regalo a la facultad

Además, coincidiendo con este homenaje, la escuela encargó a un carpintero coruñés que construyera un futbolín, que desde hace unos días está instalado al lado de la cafetería de Arquitectura, y en el que los alumnos y profesores pueden echar alguna partida. Este nuevo juego no ha gustado mucho a todos, ya que desde la oficina de Arquitectos sin Fronteras se quejan de que es bastante ruidoso y que deberían haberles consultado antes de colocarlo allí.