Los otros mariscadores de O Burgo

Susana Acosta
Susana Acosta A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Propietarios de uno de las parques privados de cultivo que hay en la ría denuncian que se siente abandonados por las administraciones

19 sep 2011 . Actualizado a las 11:59 h.

Julián González y su hermano Mateo heredaron de su familia un parque privado de cultivo en la ría de O Burgo. Fue una concesión real y su primera licencia de ocupación se concedió en la segunda mitad del siglo XIX. Había ostras, todavía las sigue habiendo, pero las de entonces se enviaban al palacio de la Zarzuela. Atrás quedaron los años románticos, porque de los cinco parques que había en la ría «tan solo queda uno y medio», comenta Julián. El suyo, bajo el nombre Parque de Mariscos José García Abella, hace tres años que echó el cierre. Intentó aguantar dos años más desde que la Xunta declaró la ría como zona C, pero fue imposible: «Después de lo del Mar Egeo, que tardamos más de diez años en cobrar el dinero de la indemnización, decidimos invertir en una depuradora para evitar intermediarios. La inauguramos en septiembre y en noviembre llegó el Prestige y todavía estamos a la espera del juicio», dice Julián, que se queja de la actuación de las administraciones a la hora de descontaminar la ría. «Estoy convencido de que lo que pretenden es ir eliminando el marisqueo de la ría. Dicen que gastaron ochenta millones y no se nota nada. Todo lo invirtieron en estudios y en repetir los mismos estudios», se queja.

Ahora, no se fía de que la zona esté descontaminada porque «en cualquier momento la vuelven a cerrar». Explica que, desde Semana Santa hasta ahora, ya estuvo cerrada por toxinas y que habrá nuevos picos de contaminación porque los municipios limítrofes «no tienen una red de saneamientos capaz de soportar la carga demográfica actual». También opina que la ría se abrió al marisqueo para «no pagar las subvenciones a los mariscadores» y se queja de que ellos, en cambio, no hayan recibido ningún tipo de subvención: «Yo no puedo dar agua embotellada a mis almejas y tuvimos que despedir a empleados que llevaban con nosotros más de 35 años. Incluso planteé que estos trabajadores fueran considerados como mariscadores, pero como solo somos cinco parques, no hacemos ruido», se lamentó.

Ahora, su hermano Mateo vive en la casa que hay al pie de la ría para controlar que los furtivos no entren en el parque. Normalmente no lo hacen, pero en alguna ocasión ya se encontró a algún buzo dentro de su propiedad. No creen que vuelvan a abrir porque necesitan como mínimo 40.000 euros para preparar las instalaciones para reiniciar la actividad, «además de un buen colchón para volver a captar los clientes que perdimos cuando cerramos», comenta. Julián González apunta que no le dan garantías y eso que su abuelo ya advirtió en los años ochenta los problemas que se avecinaba en la ría. Pero no le hicieron caso.

Reunión

La Cofradía de Pescadores y la Plataforma para a Defensa da Ría do Burgo pretenden lograr un consenso para regenerar la ría y por ello han convocado para el miércoles a todas las partes implicadas a una reunión en la Casa del Mar. Han citado al encuentro a los alcaldes de A Coruña, Cambre, Culleredo y Oleiros, además de al delegado del Gobierno y a los conselleiros de Mar y Medio Ambiente. «O obxectivo é conseguir unha posta en común que permita acordar un calendario de actuacións, fixar prazos reais, a través do BOE e do DOG, do urxente Plano de Rexeneración da Ría, así como do seu dragado, tratamento, limpeza dos lodos e todas as actuacións definitivas para o saneamento integral da zona», indican.