Cien días de cambios

Gabriel LEMOS A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La sintonía con la Xunta y las auditorías marcan el inicio del mandato

19 sep 2011 . Actualizado a las 12:17 h.

«Soplan aires de cambio». Con esa frase, pronunciada hace cien días, cuando tomó posesión del bastón de mando, el nuevo alcalde, Carlos Negreira, anunciaba su deseo de reformular la política municipal tras 28 años de gobiernos socialistas. Y esa idea del cambio, que ya había protagonizado todos sus eslóganes de campaña, es la que ha presidido estos cien primeros días de gobierno.

Un período que el nuevo gobierno ha dedicado a auditar el Ayuntamiento, tanto desde un punto de vista contable como del operativo. En apenas tres meses, el gobierno presume de haber conseguido un ahorro de 11 millones de euros, que se harán efectivos a lo largo de los cuatro años de mandato. Lo que empezó con un recorte del 35 % en los sueldos de los concejales del equipo de gobierno continuó con el recorte del número de asesores y acabó, en el pleno de este lunes, con la retirada de los coches oficiales. Todo, para tapar «el mayor agujero que heredó un alcalde en toda Galicia», según palabras del propio Negreira, que empezó cifrando ese roto en 44 millones de euros y que va ya por los 130 tras sumar las contingencias judiciales, la devolución de los anticipos del Estado en los años 2008 y 2009 y las facturas «de cajón».

Facturas de urbanismo

Unas facturas entre las que se incluyen los 8,2 millones del caso Relámpago, cuyo pago ya ha anunciado el Ayuntamiento. Y es que el urbanismo ha sido una de las prioridades de estos primeros días de gobierno, en los que además de presentar el enésimo recurso para tratar de frenar el derribo del edificio Conde de Fenosa, el PP ha anunciado que no permitirá la construcción de edificios en el Agra de San Amaro y negociará con sus dueños una compensación dentro del plan general, que ya cuenta con cuatro informes sectoriales pendientes y que mantiene el verano que viene como fecha límite para su aprobación.

En movilidad, además del anuncio de la retirada del carril bus, todavía por concretar, la noticia del verano fue la suspensión del tranvía turístico, después de que el gobierno local advirtiese de los fallos de seguridad de las vías.

Complicidad

Todo, en un período marcado por la sintonía entre María Pita y San Caetano. Con un aluvión sin precedentes de conselleiros, el gobierno ha hecho bandera de la cooperación con la Xunta para anunciar el desbloqueo de asuntos que llevaban años enquistados, como la solución al aparcamiento del Parrote, cuyas obras empezarán en mayo, o la cesión de la Fábrica de Tabacos, que se reconvertirá en sede judicial después de que el nuevo gobierno local accediese a ceder el inmueble de forma permanente, como reclamaba el conselleiro de Presidencia.

Una sintonía en la que la oposición ve más sumisión que colaboración. Así lo han destacado tanto PSOE como BNG y EU, que consideran que, en estos tres meses, Carlos Negreira no ha conseguido rentabilizar su colaboración con la Xunta en términos de inversiones y que no ha plantado cara en aquellos asuntos que consideran perjudiciales para el futuro de la ciudad, como la decisión de sustituir la residencia universitaria pública por una construida y gestionada por una empresa privada, los conflictos abiertos en varios centros educativos y la decadencia de Alvedro.