«El oficio hay que tenerlo pero la pasión es fundamental, no solo en oficios más creativos como el nuestro sino en todo; es una cosa que se ha perdido, la gente antes ponía mucha pasión en su trabajo, fuera el que fuera, y ahora hay una especie de desprecio hacia el trabajo, como si solo sirviera para lograr los euros para divertirte». David Trueba pone pasión en cualquiera de sus oficios: escritor, cineasta, guionista o articulista. Ayer fue el invitado en la clausura del Encuentro con los Escritores que organiza el Centro de Formación e Recursos, coordinado por Javier Pintor, y que tuvo lugar en la UNED.
Antes de su disertación, el menor de los Trueba adelantó que está trabajando «en el montaje de una película, Madrid, 1987, que me gustaría presentar en otoño». Está protagonizada por María Valverde y José Sacristán, el guion es del propio Trueba y «reflexiona sobre el mundo de la escritura ya que él es un periodista de firma, una de aquellas glorias de la Transición, y ella una chica que está en primero de la Universidad», explica.
La última película que le gustó «muchísimo» fue una francesa, El padre de mis hijos, si bien «voy cogiendo cosas de todas partes, rasgos, no juzgo las películas porque, como con los libros, es difícil que te guste una película completa».