La vigilancia policial se ha extremado en Penamoa. Una patrulla del 092 seguía controlando en la tarde de ayer el acceso al poblado desde A Silva, justo en la zona donde los residentes desalojados el martes por orden judicial intentaron volver a levantar su chabola en la tarde del miércoles.
Ayer, de los escombros a los que, por segunda vez, quedó reducido el galpón, apenas quedaban unos tablones. El resto había sido desalojado por un camión durante la noche para evitar un nuevo intento de reconstrucción. Aunque ya no haya material, la Policía Local continúa marcando de cerca el lugar, al que ayer se acercaron de nuevo varios familiares del matrimonio desalojado, que tendrá que comparecer ante la Justicia por un presunto delito de quebrantamiento de la orden judicial que los obligaba a abandonar la que era su vivienda.
Los familiares protestaban por la actitud de los Servicios Sociales en el proceso, una queja que vienen repitiendo desde el martes, al asegurar que al tirar la chabola dejan en la calle al matrimonio y a su hijo, de siete años.