Pararrayos bajo sospecha en la Torre

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Autoridad Portuaria revisará de manera urgente la instalación

18 feb 2011 . Actualizado a las 11:13 h.

No era la primera vez, pero el estruendo del rayo que el pasado miércoles afectó a la instalación eléctrica de la torre de Hércules asustó a los empleados que se encontraban trabajando en ese momento en el interior del monumento. Después de una fuerte explosión todo se apagó. Unos minutos antes de las 10.35 -la hora exacta a la que cayó el rayo-, uno de los trabajadores había subido a la azotea para abrirla al público, y la señora encargada de la limpieza de los aseos hacía solo unos instantes que había finalizado su tarea.

A pesar de que las instalaciones abrieron ayer al público con normalidad, los servicios técnicos de la Autoridad Portuaria continúan reparando los daños causados por la descarga eléctrica. Los operarios del Puerto están revisando la instalación eléctrica del faro romano en su totalidad, así como reponiendo las piezas que se han visto afectadas por la descarga. Además, inspeccionarán el circuito del pararrayos de manera urgente por si fuera necesario modificar cualquier aspecto.

De hecho, minutos después del incidente, fuentes municipales no descartaban que el suceso se hubiese producido debido a una anomalía en la citada instalación. Fuentes del Puerto recalcan que el pararrayos cumple todos los requisitos que exige normativa. Cabe recordar, además, que el pararrayos de la torre de Hércules suele captar un gran número de descargas eléctricas debido a su ubicación.

Viento

Veinticuatro horas después el miedo volvía a las inmediaciones del monumento romano. Esta vez no era la energía eléctrica la responsable del susto, sino la eólica. Los empleados del monumento advertían del peligro que suponía subir a la azotea, sobre todo entre las diez de la mañana y las doce del mediodía, cuando las ráfagas de viento soplaban muy fuerte. «Nos han dicho que es mejor que no entremos, que hace tanto viento aquí que arriba es un problema y que podríamos llevar un susto. Nos dijeron: ??Si quieren subir, ustedes mismos, pero hay peligro??», señaló Montserrat Estruch. «Esto es precioso», exclamó mientras recordó que su anterior visita a la ciudad coincidió con el hundimiento del Mar Egeo. En la misma excursión del Imserso venía Pilar Pérez, que apuntó que en su anterior visita sí subió, «pero hoy -por ayer- no puede ser por el viento que hace».

Sin embargo, no había orden de cerrar las instalaciones y hubo algún osado que desafió al temporal. Los primeros, una pareja de Gerona que dieron la vuelta cuando se enteraron de que estaba abierto. «Pensábamos que estaba cerrado porque ayer lo intentamos y no pudimos». Una vez abajo reconocieron que pasaron miedo. «La verdad es que sí, porque parece que el viento te va a levantar». Hasta la azotea también subió un equipo de producción que estaba rodando un vídeo promocional sobre la ciudad.

A partir del mediodía, el viento amainó y dio tregua a los visitantes, y así se pudo comprobar en el número de personas que se animaron a subir a lo alto del monumento patrimonio de la humanidad.

Daños en la caseta de turismo

El viento soplaba tan fuerte en las inmediaciones que incluso arrancó una de la planchas de la caseta de información turística situada antes de la rampa de acceso a la Torre. El suceso desplazó a los bomberos hasta el lugar alrededor de las once de la mañana, y una vez allí retiraron la placa y comprobaron que el resto estaban sujetas correctamente.

Un vídeo del momento en el que el rayo impactó en la Torre puede verse en Lavoz.es