El carnaval calienta motores

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Superhéroes, princesas de Disney, zombis y Bob Esponja, los disfraces más demandados

10 feb 2011 . Actualizado a las 12:01 h.

Cuando falta algo menos de un mes para los carnavales, comienza a sentirse en la ciudad, y en los escaparates de las tiendas de disfraces, el ansia de los más previsores por la llegada de tan señalada fecha, que este año se hace esperar hasta la segunda semana de marzo. Una vez pensada la idea, toca buscar el atuendo, siempre acorde a la actualidad, las modas, los últimos fenómenos televisivos y cinematográficos y, por supuesto, la socorrida política nacional. Todo, siempre con permiso del disfraz rey del carnaval coruñés, el de choqueiro, ese en el que cualquier prenda es válida con el fin de pasar un buen rato, reírse del mundo y arrancar sonrisas cómplices.

Entre los críos, los superhéroes siguen mandando, aunque si existe un personaje capaz de plantarle cara a Batman ese es Bob Esponja, señaló Jessica Arteaga, de Party Fiesta. Los carnavales son la especialidad de este negocio, por lo que esperan que las ventas «más gordas» estén por llegar. «Estamos empezando a mover mercancía, pero está flojo. No se vende como otros años por estas fechas, pero se vendía mejor». Señala que la crisis está haciendo mella en las ventas, a pesar de que el sábado «ya fue una tarde de locos». «Es un año de reciclaje, la gente va a aprovechar lo que tiene en casa y se va a centrar en los complementos», asegura.

En Porvén hace una semana que montaron el escaparate con las novedades de este año, entre las que se encuentran las sirenitas, Pepito Grillo, dragones y tortugas. «Superman, Spiderman para niños y Caperucita Roja y princesas para niñas es lo que más se ha vendido», señala Viruca Porvén. Disfraces de toda la vida, pero en versión 2.0, porque poco tiene que ver aquella fina malla roja y azul con la que se jugaba a ser el hombre araña hace unas décadas con los musculados trajes del siglo XXI: «Son los de siempre, los clásicos renovados que no pasan de moda». No se atreven en Porvén a hablar de crisis, porque el tiempo juega en su favor: «El hecho de que sea en marzo te da más margen para vender a lo largo del mes. De momento se ha vendido muy bien, ya incluso en Navidades, y esperemos que lo mejor esté por llegar».

Confección propia

En la plaza de la Galera, la tienda Menkes confecciona disfraces desde 1950. Además de los modelos convencionales, tienen una línea de confección propia. La encargada, Maite Sedes, sostiene que «la gente se va a disfrazar igual pero seguramente se decanten por una línea más económica». Concretamente este negocio no ha notado la crisis, pero el hecho de que los carnavales caigan en marzo está retrasando las ventas. La encargada asegura que la semana anterior a carnavales es cuando más se vende, y achaca este retraso a la indecisión de los clientes. «Muchas veces el niño no lo tiene claro, y los padres esperan hasta último momento». Aun así, no hay queja: «Este fin de semana se vendió muchísimo. Tengo gente preguntando cada dos por tres. De hecho la mercancía de Navidad ya se ha terminado y tuvimos que reponer».

Cuentan con clientes de toda Galicia, y algunos de los habituales incluso han hecho sus reservas con un año de antelación. «Están pidiendo mucho traje medieval. La gente ya está pensando en las fiestas que hay a lo largo del año y aprovecha para disfrazarse». El gusto por los superhéroes también se pone de manifiesto en este clásico de los disfraces. «Los niños piden piratas, Spiderman, corsarios y romanos. Los mayores se decantan por Abba, pero es más complicado porque llegan sin una idea determinada».

Más previsión

Para Eva Pestoni, propietaria de un establecimiento en Menéndez Pelayo, «cada vez se compra antes porque las madres son más previsoras.». «Creo que no se nota la crisis -apunta-. Los niños se disfrazan más de un día, en los colegios y guarderías, así que en muchos casos necesitan más de un disfraz». A pesar de que considera que los padres buscan disfraces cómodos y abrigosos, «a las niñas les gusta todo lo que sea presumir, hay alguna que aunque no sabe hablar ya señala cuál quiere».