Subraya que ha endurecido la protección de muchos inmuebles históricos
01 feb 2011 . Actualizado a las 11:19 h.Argumentan en el Ayuntamiento que el nuevo plan general permitirá erradicar añadidos como el que se ha levantado sobre un edificio de Pedro Mariño en la calle Marqués de Amboage. Se amparan en que las directrices marcadas por el urbanista Joan Busquets en el borrador de plan general, que aún se tramita en las ventanillas de la Xunta, establecen normas mucho más rígidas en materia de alturas que las que aplicaba el PGOM del 98. La fundamental: que los promotores tendrán que sacar la cinta métrica y tomar las medidas de la calle en la que se ubicará el inmueble. Será el ancho de las vías el que determinará el tope de alturas permitidas, para que los edificios no engullan a los viandantes. Pero no solo eso. En el caso de los edificios protegidos, como el de Marqués de Amboage, las actuaciones se revisarán una a una, como hasta ahora, en función de la ficha de catálogo del inmueble, que otorga hasta cuatro grados de protección. La ambiental, que es la que tiene el edificio de Mariño, es la más baja. Con todo, desde Urbanismo matizan que muchas de esas fichas se han modificado para endurecer la protección sobre los inmuebles, aunque esta seguirá dependiendo del proyecto presentado y del plácet de la Consellería de Cultura. Obra consolidada Además, apuntan, «lo hecho, hecho está». ¿Qué quiere decir esto? Que la entrada en vigor del nuevo plan no va a suponer un problema para jorobas como la de Marqués de Amboage, puesto que la reforma se ha hecho conforme a las normas que marca el actual PGOM y con todas las licencias, sino que, si en un futuro se derribara el añadido, cualquier promotor podría volver a levantar otras tres plantas, en un estilo continuista al de Mariño o en otro más rupturista como el actual.