Solo las chimeneas de la central térmica de Sabón y la refinería se elevan más que los edificios

La Voz

A CORUÑA

12 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

A pesar de que la industrialización de la comarca también ha provocado la construcción de nuevas infraestructuras en altura, solo las chimeneas de la central térmica de Sabón, que alcanza los doscientos metros, y de la refinería, que se eleva hasta los 140, superan al mayor de los edificios, la Torre Costa Rica, con sus 106 metros.

En la lista de las construcciones que más cerca están del cielo gallego mandaría otra chimenea, la que preside la central térmica de As Pontes, impresionante gracias a sus 356 metros de altura. También el conducto de humos de la térmica de Cerceda permite tener a esta industria como referencia a muchos kilómetros a la redonda. Sus doscientos metros dan para mucho. Después de estas construcciones con sus dos centenares de metros ya aparecerían dentro del ránking de altura del país el puente de Rande, con 128 metros a la vista sobre el mar -tiene 148 desde la base-, o los 152 metros de la chimenea de Alúmina en San Cibrao.

Sin embargo, A Coruña se distingue por su destacada presencia en la lista de los edificios más altos. Tras el Costa Rica, ahí estarían los edificios de Torres y Sáez o el Trébol, con sus cerca de ochenta metros.

El skyline de la ciudad se completaría con la denominada Torre Golpe, que supuso un hito cuando se construyó en la década de los cincuenta. Sus casi 75 metros se elevaron sin ayuda de las modernas grúas que hoy existen en cualquier pequeña construcción.

Otro invitado más reciente a este club de los edificios más altos es la torre de control marítimo del puerto coruñés.