El Orzán pega el estirón

Rodri García A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Los arenales coruñeses aumentarán su capacidad en 5.400 bañistas y llegarán así a los 32.000 usuarios tras un relleno que se centra estos días en la zona de Riazor

27 may 2010 . Actualizado a las 11:43 h.

En las próximas semanas habrá mucho más sitio en las playas coruñesas tras el relleno de los arenales que está llevando a cabo la Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Concluidas las tareas en el Matadero, en la tarde de ayer una pala excavadora allanaba las últimas dunas formadas en el Orzán con el el aporte de áridos; con esta tarea, la ampliación de este arenal ya está prácticamente acabada y la vista desde alguno de los edificios cercanos muestra el llamativo aumento de espacio de la playa. Durante la marea baja de la mañana de ayer, la superficie ocupada por la arena casi duplicaba la anterior.

De todos modos, según los datos facilitados en su día por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento coruñés, las tres principales playas de la ciudad, a partir de ahora unidas casi en una, tienen 79.016 metros cuadrados de superficie que se podría calificar como útil para los bañistas.

El mayor arenal es el del Orzán con sus 40.707 metros cuadrados y en los que a primera hora de la tarde de ayer solo se encontraba una pala cerca de la Coraza y un perro y su dueño dormitando sobre la arena. Hasta el momento, y según los datos de Medio Ambiente, esta playa tenía capacidad para 13.570 usuarios, mientras que en el Matadero, con 1.200 metros cuadrados, calculaban que podían acceder un máximo de 400 bañistas.

El relleno de los arenales, y las obras que conlleva, como son la mejora de los accesos a los mismos, se realiza estos días en la playa de Riazor; frente a la fuente de las Catalinas, un monumento que recuerda a las primeras usuarias de esta playa, unos obreros modificaban ayer las escaleras de acceso al arenal, labor que afectaba a un par de bajadas de la zona.

Órdenes desde la Coraza

«Este espigón amurallado, conocido con el nombre de La Coraza, fue construido en el siglo XVIII. Es el único vestigio de las murallas fortificadas que se extendían desde el Orzán al puerto para proteger el arrabal de la Pescadería». Esto leían unos turistas, antes de hacerse la foto en la oxidada ancla del Mar Egeo y mientras en la barandilla de la Coraza uno de los encargados de las obras explicaba al maquinista de una pala que siguiera abriendo una zanja, en la que más tarde continuaría el depósito de arena. Según comentaba a otro de los encargados, las tormentas del pasado lunes hicieron saltar alguna alcantarilla cercana al arenal «e veu o do Concello para vela e dicir que a tapáramos, porque a auga ía para a area».

Riazor tiene en estos momentos, según los datos de la concejalía de Medio Ambiente, 37.109 metros y capacidad para 12.370 personas.

Tras la ampliación, estos arenales tendrán un 20 por ciento más de superficie, con lo que habrá espacio para 5.400 bañistas más, y permitirá volver a pasar andando ante la Coraza. De todos modos, este lugar está considerado como uno de los más peligrosos de las tres playas.

En las próximas semanas está previsto que concluya la ampliación de estos arenales, cuya primera gran prueba será la celebración de la noche de San Juan, dentro de menos de un mes y con la presencia sobre la arena de miles de personas.