El «Queen Victoria» muestra la versión más clásica del lujo de antaño
22 dic 2009 . Actualizado a las 16:23 h.Una escalera de estilo victoriano de caoba, un teatro con 800 butacas, un gran reloj con una maquinaria realizada por la misma casa que la del Big Ben o un restaurante privado bajo las directrices de un afamado cocinero son algunos de los lujos que contiene el Queen Victoria, que atracó ayer en A Coruña dentro de un viaje navideño de 14 días. Este crucero, de la naviera Cunard y botado en el 2007 con el amadrinamiento de Camilla Parker Bowles, es uno de los paradigmas de la elegancia clásica de este tipo de hoteles flotantes.
Tras ver los fuegos artificiales en Madeira para hacer el cambio de año, con 2.000 pasajeros y 1.000 tripulantes a bordo, el barco volverá a Southampton, para emprender desde allí una vuelta al mundo, durante cuatro meses, cuyo billete más barato cuesta 14.990 euros.
Parte de la tripulación de este trasatlántico la hereda del Queen Elisabeth 2, que obtuvo el año pasado la jubilación, como el capitán Paul Wright, que se mostraba asombrado de reconocer la torre de Hércules en una reproducción con la que le agasajó Turismo de A Coruña, o el relaciones públicas, Thomas Quiñones, que con la que inicia el 4 de enero sumará su 26 vuelta al mundo.
Personas mayores son casi exclusivamente los viajeros de este gran crucero y ayer tuvieron la suerte de que, por primera vez, en A Coruña los taxis se pudieran acercar al muelle para recogerlos y poder aprovechar mejor una escala de únicamente cinco horas en la ciudad coruñesa. El capitán reconoció que la visita permitiría a los viajeros ir de shopping, aunque el trasatlántico Queen Victoria dispone de un centro comercial a bordo, con joyas y artículos de lujo, y en el que se pueden comprar incluso pinturas y esculturas.