Decenas de personas participaron en las actividades para celebrar el día del daño cerebral adquirido
27 oct 2009 . Actualizado a las 11:37 h.Caricias, mimos, miradas cariñosas, palmadas, abrazos y pequeñas bromas. Decenas de personas afectadas por el daño cerebral adquirido, y sus familiares, se encontraban en la mañana de ayer en los jardines de Méndez Núñez. A pesar de sus cerebros rotos, reían, saludaban y se preparaban para una soleada jornada de deporte y diversión. El diputado Xosé Manuel Sande leyó la amplia lista de entidades participantes (aplausos al citar Aspronaga o los institutos Ánxel Casal y Crucero Baleares). Después 21 asistentes leyeron el manifiesto de la jornada, un texto donde se decía que las secuelas del daño cerebral «imposibilitan la realización de alguna actividad básica de la vida diaria en un 60% de los casos y la discapacidad es severa o total en un 45%». En España sufren este mal 300.000 personas y la entidad coruñesa Adaceco atiende a cien personas, una de las formas con lo que llama «alivio familiar». Otro dato: el coste medio de uno de estos enfermos es de 21.000 euros anuales. Su principal reivindicación es la puesta en marcha de «planes capaces de garantizar la continuidad y coordinación asistencial».
Después empezó la fiesta: baile animado por las monitoras de las escuelas municipales; era la manera de entrar en ambiente y luego «vamos a repartirnos por las actividades». En el paseo de coches preparaban un partido Aspronaga y Adcor. Otros preferían la equitación, con dos caballos de la hípica, mientras empezaba un partido de baloncesto en silla de ruedas. Y así una larga relación de deportes.
Por la tarde, Beatriz Mato, conselleira de Traballo, se acercó a la carpa del Obelisco y conversó con algunos enfermos. De fondo animaba Duende Sico. La jornada acabó con las canciones de la coral Estrelas do Mar.