La calle Isabel López Gandalia recoge una de las 30 versiones que hay de los apellidos de esta mujer

A CORUÑA

11 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Se llamaba Isabel, para algunos Doña Isabel. Era la rectora de la Casa de Expósitos de A Coruña y el 30 de noviembre de 1803 zarpó con la expedición de Francisco Xavier Balmis. Entre los tres cirujanos, dos practicantes y tres enfermeros de la comitiva científica, Isabel era la única mujer y tenía a su cargo los 22 niños elegidos para trasladar a América en sus brazos la vacuna de la viruela.

Esta mujer «es un ejemplo pionero en la historia de la enfermería pediátrica española», sostienen Susana María Ramírez Martín y José Tuells, de la Universidad Carlos III, en una artículo publicado en la revista Vacunas con el título de Doña Isabel, la enfermera de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna. Los autores del trabajo destacan que se trata de una gran desconocida y a la falta de datos biográficos se une «la confusión en torno a su propio nombre», argumentan, aportando hasta 30 formas distintas de citarla, tanto en documentos de España como de América, a lo largo de los últimos 200 años.

Una de esas formas está recogida desde el año 1971 en el callejero coruñés, donde figura como Isabel López Gandalia a pesar de que, según los autores del artículo, «de forma mayoritaria convienen que su segundo apellido era Gómez». Así al menos la cita Balmis, si bien le cambia el primer apellido que en 1804 es Sendalla, un año más tarde Zendalla y en el informe de la expedición de la vacuna, fechado en Sevilla el 6 de diciembre de 1809, la menciona como Ysabel Gómez Sandalla.

Los autores de dicho artículo indican asimismo que en otros cuatro documentos de la época figura como Cendalla y Gómez e Isabel Sendalla. «Posteriormente -siguen diciendo- diversos autores han introducido nuevas variaciones, añadiendo Cendales, Gandalla, Sendales o cambiando el apellido Gómez por López».

Lejos de aclararse, la confusión sigue rodeando los apellidos de esta mujer, citada de tres formas distintas en una obra colectiva de 2004 dedicada al bicentenario de la expedición de la vacuna de la viruela, mientras en México ha sido homenajeada como «la primera enfermera de la historia de la salud pública» y un premio nacional lleva su nombre: Isabel Cendala y Gómez, que tiene poco que ver con el que figura en el callejero coruñés.