Tras la escultura de Casares Quiroga o la reproducción de la catedral de Santiago, este artesano construyó a SuperLópez
15 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El hombre permanecía a cierta distancia pero pendiente de todo lo que ocurría: la presentación de una reproducción a escala de la torre de Hércules; fue el pasado mes de junio en la plaza de Pontevedra y el padre de Fernando Palacio («sin ese, que nosotros somos gente sencilla», bromeaba) elogiaba el trabajo de su hijo y relataba como en casos de apuro «hasta estuvo trabajando con un pie escayolado porque tenían que entregar un pedido».
Estos días Palacio vuelve a estar de actualidad, aunque siga pasando un tanto inadvertido: es el autor de Los Simpson y SuperLópez las dos últimas figuras que están renovando las imágenes del salón viñetas del Atlántico y que, como apunta un aficionado, después de doce años «tendrán muchos superpoderes pero están un poco mustias». En algo más de un mes, «muchos días con jornadas de 15 horas», este artesano que tiene su taller en A Grela hizo a SuperLópez.
«Con Los Simpson me llamaron de Valencia, de Madrid, de media España, salieron en Antena 3 (porque es la cadena que emite la serie) y hay mucha gente de fuera que se hizo ahí la foto, sentados con ellos», explica Palacio. La idea inicial era que los niños pudieran estar entre la familia «amarilla», que es «una cosa muy bonita para todo el mundo, y al final se sientan pequeños y mayores». Lamenta que no se respeten estas figuras ya que se produjeron diversos destrozos en las mismas y para esta edición del salón del cómic «tuvimos que hacerles un lifting », ironiza. Apunta que no es fácil hacer ese tipo de reparaciones porque «al reforzar una zona se puede debilitar otra».
Este artesano detalla que hizo la figura de Casares Quiroga que está en el jardín de la casa-museo, en la calle Panaderas, y «fue entonces cuando me llamaron los responsables del Kiosco Alfonso para hacer Los Simpson». De todos modos «son figuras muy diferentes porque de Casares Quiroga había poca información, unas fotografías de archivo y en una de las fotos se le veía precisamente así: sentado».
En cuanto al proceso para elaborar estas imágenes detalla que lo primero es hacerla en miniatura: «Hacemos el diseño en pequeñito, modelado a mano, y lo elevamos a una proporción para pasarlo luego a la máquina; de hecho somos, a nivel gallego y casi nacional, de los pocos que usamos la máquina, que es especial y supone una inversión de mucho dinero». Cada figura lleva «un núcleo de poliuretano; luego hay que meterle fibra armada con resina y sobre esto terminamos con cemento de carrocerías, como el de los coches, para aplicar en la fibra y luego lija, lija, lija, imprimación y para acabar la pintura».
En el caso de SuperLópez «fue a todo galope porque estos trabajos suelen llevar una media de unos dos meses cada figura, durante muchas horas al día; nos lo encargaron con el tiempo un poco justo pero supongo que será según la forma de vida que todos llevamos». La elaboración de las piezas es «50 por ciento mecánica y el resto artesanal».
Tras indicar que es autónomo «y eso supone sufrir», Palacio detalla que la figura de SuperLópez ha sido reforzada, «es una pieza delicada porque tiene espacios estrechos, es alta y tiene una cabeza grande, lo mismo que las manos; por ello, lleva una estructura de hierro interior y le hemos colocado una base de hormigón para que haga de contrapeso». Apunta que hay gente en Galicia que hace «cosas en cartón piedra o piezas en fibra de vidrio pero no con este acabado nuestro».
Hasta ahora estas figuras venían de Valencia, de los falleros, «pero son diferentes: trabajan en cartón piedra, papel, porque lo de ellos es para una falla, para quemar; además, el acabado no es comparable». Por todo ello estaría encantado de ir renovando poco a poco las figuras de viñetas del Atlántico.