Irureta coincidirá con Caparrós en el Athletic, al que llega como director deportivo encargado de coordinar la cantera
10 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Macua dejó pelada la margarita. El cuco Ziganda prefirió casarse con el Jerez; Iñaki Sáez, continuar con su retiro en Madrid; Amorrortu dio largas hasta desesperar y Alkorta estaba verde. El sí llegó a la quinta, del tipo más inesperado: Javier Irureta, cansado, a sus 61 años, de ver fútbol desde el sofá decidió que quizá había llegado «el momento de afrontar un trabajo diferente». Y tanto.
Le toca ser la sombra de su sombra. Del hombre que seguía sus pasos. De Caparrós, el que aterrizó en el Dépor como su sustituto y en el Athletic para ocupar el banquillo que él había abandonado hacía ya doce años. Ahora, el técnico irundarra vuelve entre los bilbaínos para ocupar el puesto de director deportivo, aunque con especial dedicación a la cantera.
Fernando García Macua, presidente del club vasco, ha logrado reunir a Jabo y Jokin, aunque el llamado a ser Batman por experiencia hará esta vez el papel de Robin. Irureta se encargará de que los cachorros estén listos cuando Caparrós los llame a filas y será el de Utrera el que establezca las guías para la formación de futuros leones. Eso quedó claro con la designación como técnico del filial de Luis de la Fuente, un hombre de confianza del míster del primer equipo.
Los poderes de Jabo, cuyo contrato será por dos años, vinculado al período de vigencia de la actual directiva, estarán pues bastante limitados, y la situación pondrá nuevamente a prueba la proverbial paciencia del de Irún. Quizá a modo de desagravio, el club indicaba en su comunicado de Internet para anunciar el acuerdo con el nuevo coordinador de la cantera que este también ejercerá de «asesor de la junta en todos los ámbitos relacionados con el área deportiva». Un caramelo para convencer al técnico, que, según él mismo desveló, contaba con algunas ofertas para entrenar en el extranjero, dos de ellas, como seleccionador.
Deseos de revancha
Irureta cumple su deseo de regresar al Athletic, aunque no sea, de momento, para dirigir a los leones. Dispondrá al menos de la oportunidad de remedar su anterior experiencia, esa sí como preparador titular, de la que salió escaldado. Fue en 1995, cuando se escapó del Racing de Santander para ejercer en Bilbao de la mano del recién estrenado presidente José María Arrate. Entonces, el estilo impuesto a la plantilla bilbaína no gustó en San Mamés y Jabo abandonó el cargo a los seis meses, cansado de la falta de química con el público.
Olvidó la grada los servicios prestados por el míster durante su etapa como jugador, en la que, en 1977, ayudó al equipo a alcanzar la final de la Copa de la UEFA, en la que cayó frente a la Juve. Irureta busca desde entonces su redención.
Desde la directiva le han pedido que espere a su presentación oficial, el próximo lunes, antes de hacer declaraciones. Sin embargo, el técnico que conquistó la Liga para el Dépor atendía ayer brevemente a La Voz y aseguró que está «muy ilusionado» con la «nueva faceta deportiva», en la que Batman vivirá a la sombra de Robin, con el fútbol propiciando esta vez los extraños compañeros de cama.