La sexta nevada en 50 años

Rubén Ventureira Javier Becerra

A CORUÑA

Desde febrero del 2005 no se había visto nieve en la ciudad. Como ayer, los vecinos de la Zapateira fueron los privilegiados

10 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La nieve en A Coruña es un acontecimiento. Tal es así, que todo el mundo recuerda las nevadas como algo generacional. Los que hoy tienen más de 30 años, seguro que recuerdan exactamente cómo pasaron de niños el sorprendente día de nieve de 1987 en el que los colegios cerraron. Los más mayores, por su parte, recuerdan la de 1963, donde se alcanzaron capas de varios centímetros. Por ello, no es de extrañar que los residentes de la Zapateira vivieran esta mañana blanca como un día festivo, lleno de bolas de nieve y cámaras fotográficas inmortalizándolo. Una jornada a recordar cuando, de aquí a unos años, se eche la vista atrás para rememorar los días en que los copos de nieve cubrieron la ciudad.

En la actualidad, la vista atrás tiene como barrera infranqueable el año 1930. En esa fecha empezó a operar el Observatorio Meteorológico en Ciudad Jardín. Este centro registró su primera nevada en 1932, concretamente el sábado 13 de febrero. «Cayeron unas folerpas que salpicaron las calles como un confeti trasnochado», publicó La Voz. Pasaba de las 10 horas. A las 13, nueva tanda. «No puede decirse que los más viejos de esta ciudad no recuerdan una cosa igual, porque no lo son los que aún recuerdan hace unos veinte años -cerca de treinta- otra nevada copiosa de la que se conservan fotografías como de un suceso extraordinario. Y aún se habla de otra anterior-que esta sí solo la recuerdan los muy viejos- también abundosa».

Dos años más tarde, también en febrero, el 3, A Coruña volvió a ser un manto blanco. La Voz lo registró así: «La nevada se inició de madrugada y prosiguió durante unas tres horas. Los copos, espesos». Se ilustró con un blanco jardín de Méndez Núñez, «fue un amanecer bello e inusitado», decía. Durante la nevada, el termómetro marcó unas décimas bajo cero.

En 1935 la nevada fue en una doble jornada, el 8 y el 9 de febrero. Hubo granizada y nevada. Ante el frío, los coruñeses se recogieron «en cafés, cines y teatros; en la Reunión de Artesanos, en la tertulia familiar». Sobre su densidad se decía que eran «copos tenues que apenas posan y no alcanzan a vestir de blanco los tejados y calles». Sin embargo, en los registros del observatorio figura que el suelo quedó cubierto de nieve.

Hasta un lustro después, el 18 de enero de 1940, hubo que esperar. En A Coruña, donde la mínima fue de 0°, cayeron «unas levísimas folerpas blancas» a las tres y cuarto de la tarde. «No llegaron a cuajar los copos en las calles y en los tejados como en 1890», lamentó el cronista de La Voz. También fue ligera la nieve caída los días 25 y 26 de enero de 1947: «Los copos blancos se deshicieron en el aire, antes de tocar el suelo. La nieve pasó sin dejar huella siquiera en la cumbre de los tejados», se pudo leer en La Voz.

En 1948, el 21 y 22 de febrero, La Voz hace referencia al lado lúdico de la nevada. «El habitual paseo por los Cantones se trasladó a Méndez Núñez, donde la juventud se divirtió con las clásicas bolas de nieve y las consabidas aficiones escultóricas». Hubo quien cifró el espesor de la capa en cinco centímetros.

Una de las nevadas más copiosas de las registradas tuvo lugar entre 31 de enero y el 4 de febrero de 1954. El primer día la nevada fue «intensa y continua». La culpa la tuvo una gran ola de frío siberiano que se extendió por gran parte de Europa. En A Coruña, el termómetros cayó a los -2,4°. El segundo día la ciudad amaneció cubierta de nieve. Bocelo escribió en De Sol a sol que muchos coruñeses circularon con termómetros por las calles. Las nevadas de los cincuenta se cerraron con la del 16 de enero de 1957. La nieve tenue se dejó ver tras la lluvia «por poco tiempo y con ligera intensidad».

Los días 10, 11 y 16 de enero de 1960 las nevadas se produjeron en temperaturas que llegaron a -4°. Las nevadas se produjeron en toda España, incluso en zonas como Alicante, donde no se registraban desde hacía 37 años. En 1963 llegaría uno de los hitos de la nieve en la ciudad. «La sensacional nevada de ayer en A Coruña», tituló La Voz a cinco columnas. Comenzó a las 2.00 horas y se repitió por la mañana, de las 9.45 hasta las 13 horas. El termómetro se quedó en los -2°. Se alzaron capas de varios centímetros en algunos puntos. Un turismo se salió de la carretera en San Pedro de Nos, pero sin consecuencias.

Durante dos décadas los copos no se dejaron ver de modo significativo. Fue hasta el 15 de febrero de 1985. Ese día la nieve se extendió por toda Galicia. En A Coruña, aunque fue breve, tuvo tiempo de cuajar en el campo de golf de la Zapateira. Nada que ver con lo acontecido el 13 y 14 de enero de 1987, la última gran nevada de la ciudad y, probablemente, la más recordada.

Empezó de noche, pero pese a las altas horas, muchos coruñeses se echaron a las calles, algunos incluso en pijama. Seis dotaciones de la Policía Local patrullaron los barrios para recoger a diez vagabundos de la calle. Uno fue sorprendido en una casa de Santiago Gómez subiendo y bajando escaleras «para entrar en calor». Un marinero británico resbaló y cayó a las aguas del puerto, por lo que fue ingresado en estado grave. La Policía Local recomendó a los automovilistas circular en segunda. A Coruña amaneció blanca y las clases se suspendieron en muchos centros. En las capitales nórdicas se registraron -30°. En la ciudad herculina, la mínima fue de -2°.

Hasta la de ayer, la última nevada en la ciudad se registró hace tres años. Como en esta ocasión solo la disfrutaron los vecinos de la Zapateira. No así los socios del Club de Golf, que no pudieron jugar a primera hora de la mañana.