El botellón en Méndez Núñez vuelve a dividir a las federaciones vecinales

A CORUÑA

El colectivo de?A Coruña y Área Metropolitana defiende «el derecho de los jóvenes a divertirse»

30 jul 2008 . Actualizado a las 11:49 h.

El botellón vuelve a situar a las federaciones de vecinos en dos bandos diferentes. Mientras que la Federación de Asociaciones de Vecinos Salvador de Madariaga se opone a la concentración masiva de jóvenes en los jardines de Méndez Núñez, desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña y Área Metropolitana se defiende el «derecho de los jóvenes a disfrutar».

«Vecinos son tanto unos como otros, y tenemos que defender el derecho de los vecinos a descansar y el derecho de los jóvenes a divertirse, y si es así como les gusta, pues hay que regular la convivencia entre ambos», señala María Luisa Varela Insua, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de A Coruña. Varela asegura que «si sacan el botellón de los jardines, van a ir para otro lado», así que exige que una patrulla vigile de manera permanente la zona para que no haya destrozos. «Esperemos que el primer gran botellón que hubo el pasado fin de semana sea uno de los últimos de los grandes botellones», explica Varela.

Por otro lado, el presidente de la federación Salvador de Madariaga, Juan Chas, señala que «esos jardines no están habilitados para que tres días a la semana se concentren dos mil personas». Chas asegura que es muy pronto para valorar la situación porque aún no han sufrido los daños de manera continuada, pero dice que van a estar muy pendientes y que «a la mínima» actuarán.

El presidente vecinal considera positivo que «el botellón haya salido de donde estaba», pero advierte que se ha trasladado a una zona emblemática de la ciudad, y además, cree que no se van a cumplir las medidas higiénico-sanitarias para que los niños sigan jugando en la zona. «La ordenanza ha tenido muy buena repercusión, pero queremos que el Ayuntamiento lo erradique completamente, porque el botellón no nos parece una forma de ocio», señala Chas, que añade: «El impacto es menor que antes, porque es una zona más abierta que Azcárraga y el Humor, pero sigue habiendo vecinos».

Además, los vecinos del Ensanche se reunirán la semana que viene para analizar la nueva situación provocada por el traslado del botellón a la zona, y tomarán algunas medidas al respecto. «De seguir así la cosa, hablaríamos con el Ayuntamiento para dialogar acerca de buscar una zona donde se pueda hacer botellón», señala su presidente, Gerardo Crespo.