Dos senegaleses rescatan a un hombre que estaba en peligro de ahogarse en Riazor, en A Coruña
A CORUÑA CIUDAD
Los jóvenes respondieron a la llamada de auxilio, se echaron al agua y lograron sacarlo, pese a la fuerte resaca que había a media tarde de este lunes
28 may 2024 . Actualizado a las 17:44 h.A Coruña tiene otros dos héroes y de nuevo son senegaleses. Poco antes de las siete de la tarde de este lunes, un hombre corpulento y originario de Colombia se adentró en las aguas de Riazor, a la altura de la calle Modesta Goicouría, junto a la coraza, cuando había bastante mar de fondo. Pronto se dio cuenta de que no podía salir y empezó a pedir ayuda. Dos jóvenes senegaleses que se hallaban en la zona respondieron a su llamada de auxilio, se metieron en el agua y, entre los dos, consiguieron rescatar al hombre en apuros, no sin dificultades.
Había gente en la playa viendo lo que estaba pasando y algunos sacaron sus móviles para grabar el rescate, pero solo esos dos jóvenes se quitaron la ropa y se echaron al mar. Sin pensarlo. Los demás fueron testigos. Unos desde la arena y muchos desde el paseo marítimo. Al lugar acudió también, más tarde, la Policía Local, que ofreció asistencia a los rescatadores.
Todo empezó con los gritos de un hombre. Se había echado a un mar resacoso y se vio incapaz de llegar a la orilla. Por mucho que braceaba, no avanzaba. Las olas lo alejaban más. Ahí comenzó el rescate. Los dos senegaleses, que desde niños nadaban en las playas de Dakar, se lanzaron. Les costó llegar al hombre en apuros, que se alejaba cada vez más. Pero en cuanto pudieron sujetarlo, no lo soltaron. Lucharon por llevarlo a la orilla y lo consiguieron. Los rescatadores llevan unos tres años en A Coruña. Explicaron tras el suceso que son pescadores y que por eso conocen bien el mar. «La novena ola te mete hacia adentro», detallaba uno de los africanos en la orilla, una vez finalizado el operativo. Numerosos coruñeses, testigos de lo ocurrido, se acercaron para felicitarlos y darles las gracias por su comportamiento ejemplar.
No es la primera vez que ciudadanos senegaleses tienen comportamientos heroicos en A Coruña. Conocido es el caso de Ibrahima y Magatte, que intentaron proteger al brasileño Samuel Luiz de la paliza que finalmente le costaría la vida, también en Riazor. Su valor fue recompensado con sendas tarjetas de residencia para regularizar su situación en España. Fueron distinguidos, además, como hijos adoptivos de A Coruña. Y este mes de mayo, otro joven africano intentó mediar en el apuñalamiento a un hombre en el Orzán y ayudó a la policía a detener al presunto autor.