Diseño internacional para nuestras estrellas

La Voz

A CORUÑA

04 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La alfombra es verde y el frío, invernal; además llueve y es de noche. En todo eso se diferencia la entrada de los Goya con la de los Oscar, y en la llegada, casi en grupo, de los equipos.

Nawja Nimri, con un aire a lo Kim Cattrall (Sexo en Nueva York) Hugo Silva, guapo y desmadejado; y Juan José Ballesta, natural como él mismo, son los primeros en llegar. De rojo y con los bajos destrozados apareció Natalia Verbeke. La clónica Mónica Cruz (clónica de Pe), la alternativa Blanca Portillo y una elegante Maribel Verdú entraron antes de las ocho y media, justo cuando comenzaron las colas y el amontonamiento tradicional de famosos, parada que Elsa Pataki, exagerada como siempre, aprovechó para retocarse. Belén Rueda (a quien Corbacho llamó después Belén Esteban) llegó hecha una estrella. Tras los políticos y el grupo de directores -Amenabar, Bollain, De la Iglesia o León de Aranova (¿no querían restar protagonismo a sus estrellas?)- se echó el cierre para que diese comienzo el verdadero espectáculo de la noche.