Barrio a barrio | Riazor Bien sea por la playa, por el paseo marítimo o por la más reciente Casa del Agua, infinidad de vecinos de toda la ciudad pasan el tiempo libre en esta zona
08 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.?ualquier foráneo que recale en la ciudad preguntará por Riazor. Es seguramente la zona que más suena por el mundo adelante, bien sea por razones futbolísticas o playeras, pero es un reclamo turístico fundamental para A Coruña. Pero esta zona que se llena de bañistas en cuanto los primeros rayos de sol del año asoman por entre las nubes, y que se abarrota los domingos con el estadio como Meca, tiene a diario un carácter eminentemente residencial, alterado constantemente por infinidad de vecinos de otros barrios que practican esa costumbre tan coruñesa del paseo por el balcón que se ha construido sobre el océano. Y es que desde la habilitación del paseo marítimo, Riazor ha dejado de ser un destino para convertirse en un lugar de inevitable paso. «Antes por aquí pasábamos los vecinos. Más allá de las Esclavas no ibas, y ahora hay una nueva ciudad a partir de San Roque, así que nos pilla en el medio. Y todo fue desde que hicieron el paseo», recuerda José Luis Rodríguez, vecino de la zona desde hace «unos 30 años, aunque no te fíes mucho», jubilado y parroquiano habitual del paseo en el tramo de Riazor «si el viento y el agua lo permiten». Las viejas generaciones de vecinos se distinguen de una población flotante mucho más joven, que diariamente visitan las distintas facultades de la ciudad escolar, el centro de nuevas profesiones o el polideportivo municipal para formar su mente y su cuerpo. Pero de estos, pocos pueden permitirse el lujo de residir en la zona, debido al encarecimiento de la vivienda. «Aquí antes incluso había casas de mala fama, y ahora hay restaurantes de lujo», cuenta Carmen, vecina del paseo de Ronda, que asegura no saber muy bien qué han montado detrás del estadio: «Es una piscina, creo, pero más grande que la del pabellón». Se trata de la Casa del Agua, el último gran proyecto que está llamado a traer más visitantes a Riazor. Antes incluso de su inauguración, este centro dedicado a la salud y el deporte contaba con unas 15.000 solicitudes de ciudadanos o familias completas, interesadas en disfrutar de sus instalaciones. La Casa del Agua continúa contribuyendo al desarrollo de esta zona que se afianza como el patio de recreo de los coruñeses: «Siempre fue el espacio de ocio de la ciudad, por la playa y el antiguo paseo. Pero entre la reforma del paseo de los Puentes y Los Rosales, aquí no hay quien pare», afirma el veterano vecino. Todo ese ajetreo se hace notar en el tráfico, incesante a casi cualquier hora del día, y que ha hecho necesario el que es uno de los aparcamientos con más plazas de A Coruña. Pero es llegado el verano cuando Riazor hierve, y no sólo por la confluencia de bañistas en el arenal más popular; sino por fiestas como las de San Juan, que otorgan protagonismo absoluto a la zona, o las celebraciones de las fiestas de agosto, con sus conciertos en la playa que mantienen en vilo a los vecinos hasta que el último grupo invitado cierra el Noroeste Pop-Rock.