Crónica | Vandalismo en el barrio de Monte Alto
28 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Un automóvil con la rueda delantera rajada en la calle Arenal ?l barrio de Monte Alto vuelve a ser escenario de una oleada de vandalismo desde hace unos días. En esta ocasión, el objetivo del o de los gamberros son los neumáticos de los automóviles aparcados en la zona. Sobre todo actúan entre las calles Arenal y Doctor Ferrant y la avenida de Hércules. A Javier, un vecino de la zona, le rajaron las cuatro ruedas de uno de sus automóviles: «En cada una había hasta dieciocho puñaladas». El hombre se vio obligado a trasladar su vehículo en una grúa hasta un taller de recauchutados para sustituir los neumáticos. Pensó que se trataba de un caso aislado, pero el pasado fin de semana a Javier le volvieron a atacar. En esta ocasión le cortaron un neumático de su vehículo todoterreno. Preguntado por el problema, el propietario de una carnicería salió de su establecimiento y señaló al periodista un automóvil, Alfa Romeo, que se encontraba aparcado en la intersección de las calles Arenal y Hércules. «Fíjese qué corte tiene en la rueda delantera», comentó. Pero el carnicero aún tenía más información: «A aquel Mitsubishi Montero le rajaron la rueda de repuesto -que lleva colgada en la puerta trasera- el pasado fin de semana», también en la calle Arenal. El hombre que regenta un bar de la zona mostró su preocupación: «Hace menos de quince días tenía el coche aparcado en las proximidades de la cafetería. Cuando llegué el lunes a abrir el negocio, tres vehículos que se encontraban detrás del mío tenían los neumáticos destrozados. El mío se salvó por los pelos». Sospechas Los empleados de una empresa de recauchutados corroboran lo comentado por los vecinos y propietarios de los vehículos afectados. «El pasado lunes vino una grúa que traía el coche de una chica al que le rajaron las cuatro ruedas. La broma le costó más de 500 euros». Aseguran que la mujer «lloraba creyendo que se trataba de un ajuste de cuentas». Fue tranquilizada cuando le comentaron que también le había ocurrido a otras personas. Otro cliente del taller acudió a cambiar una rueda también apuñalada. Cuando llegó le explicó al propietario que en la misma zona donde él había aparcado el automóvil, «otros veinte automóviles tenían los neumáticos totalmente destrozados a navajazos». Algunos afectados sospechan de un vecino «que suele bajar al Orzan los fines de semana y cuando sube al barrio corta las ruedas en la madrugada».