Adiós al Mercedes amarillo de Alfonso Molina

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo A CORUÑA

A CORUÑA

Reportaje | Uno de los símbolos de Lavedra La demolición del antiguo edificio de Louzao obligará a desguazar este modelo clásico, que lleva casi veinte años saludando a los conductores que entran y salen de la ciudad

14 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

?Qué hará un Mercedes amarillo en lo alto de una nave abandonada? Esa pregunta se la hacen diariamente los miles de conductores que entran y salen de la ciudad por la avenida de Alfonso Molina, aunque muchos recuerdan que, en ese lugar, estuvo instalado el concesionario de automóviles Louzao. Tras permanecer casi veinte años en las alturas, este vehículo de coleccionista tiene las horas contadas, puesto que ayer comenzaron las obras de demolición de estas viejas instalaciones, y su futuro más inmediato está en el desguace. Este llamativo turismo fue el tercero que ocupó este garaje tan privilegiado, ya que le precedieron un Mercedes 170 descapotable -que se aparcó durante los años 40-, al que siguió un modelo 180 de siete plazas, y, posteriormente, llegaría este automóvil amarillo, que salió al mercado en el año 1967, y que en la actualidad podría llegar a costar más de 30.000 euros (cinco millones de pesetas). Lo que pocos sabrán, es que el automóvil que ayer todavía reinaba sobre la avenida de Lavedra no es el original, que fue vendido a un coleccionista hace más de doce años. Ernesto Rumbo, de la empresa Louzao, explicaba ayer que esta «especie de maqueta» se fue haciendo con piezas del taller. «Se compró el chasis, se le pusieron las puertas, pero no tiene ni motor, ni transmisión, ni nada de mecánica. Como era también amarillo y estaba allá en lo alto, dio el pego, y muchos pensaron que era el mismo», desveló. La desaparición del Mercedes no será el único símbolo que diga adiós a la transitada avenida de Alfonso Molina, puesto que la nave en la que está estacionado es un edificio de reconocido prestigio. Obra del arquitecto Domingo Tabuyo, fue el primer inmueble construido con hormigón al aire, modelo que luego se copió en el edificio Utande y en el de Norcontrol (ambos pegados a la N-VI, a su paso por Bergondo). La empresa Usabiaga, la misma que instaló la grúa gigante en el puerto exterior, se encargará de demoler las instalaciones, cuya parcela todavía está calificada como uso industrial, aunque podría cambiar en el nuevo PGOM.