El derribo del Atlántico

Carlos Fernández A CORUÑA

A CORUÑA

BLANCO

Historias de A Coruña | El antiguo hotel fue derruido en 1967 Luciano Delage Villegas diseñó el viejo establecimiento hotelero, inaugurado en 1923. Hacía juego con La Terraza y el Kiosco Alfonso y su demolición fue polémica

03 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Si se hace un catálogo con los edificios desaparecidos de A Coruña, ocuparía un destacado lugar el antiguo Hotel Atlántico, construido en los céntricos jardines de Méndez Núñez. Hacía juego con La Terraza y daba guardia al palacete del Kiosco Alfonso, afortunadamente salvados de la plaga destructora que pretende construir una ciudad nueva sobre otra antigua. En el caso del Atlántico, todo comenzó el 29 de mayo de 1922 cuando el abogado y político coruñés Santiago Casares Quiroga, como presidente de la Sociedad Parisiana, remitió un oficio al alcalde de la ciudad, Maximiliano Asúnsolo Linares Rivas, para poder dedicar el edificio a hotel y no sólo, como estaba previsto, a servicio de hostelería, pues, como decía, «A Coruña está falta de hoteles adecuados, carente de hospedajes cómodos y sumida en su propia indolencia». El hotel, que comenzó llamándose Atlantic Hotel y ocupaba el terreno en el que se alzó el Salón Cinema Coruña, destruido en 1919, fue inaugurado en julio de 1923, siendo el autor del proyecto Luciano Delage Villegas. Tenía 70 habitaciones y en su vestíbulo se celebraban conciertos. En verano, sus terrazas altas, con espectaculares vistas sobre la bahía, eran marco de comidas a la americana y tés de moda . El 9 de julio el cubierto con el que se inauguraba el restaurante costaba 8 pesetas. Dos días después, se celebro un té de gran gala con la orquesta Ibarra, titular del Hotel Palace de Madrid, costando la consumición cuatro pesetas. Por el hotel pasaron visitantes de lo más granado del mundo de la política, la milicia y la cultura, como Miguel Fleta, Bernardino Machado, el almirante Nicholson, Cambó, Raquel Meller, Concha Piquer, el mariscal Petain o los generales Primo de Rivera, Sanjurjo, Martínez Anido y Cabanellas. Inicialmente, la pensión completa oscilaba entre 22 y 35 pesetas diarias. Durante la guerra civil del 36, el presidente de la sociedad propietaria, Santiago Casares, quedó incurso en la ley de responsabilidades políticas y sus acciones pasaron a otras manos, terminando como propiedad municipal, quien decidió que funcionase en régimen de concesión a la antigua Sociedad Parisiana S.A, con Julio Wonenburger como principal accionista. En los 40 y debido a un decreto de españolización de nombres, el Atlantic Hotel pasó a llamarse Hotel Atlántico, del mismo modo que el cine Savoy se denominó Yavoy y el coñac, jeriñac. En los 60, a pesar de los nuevos y elegantes hoteles, como el Embajador, Finisterre y Riazor, comenzó a decirse que el Atlántico, pese a su belleza arquitectónica, no era adecuado para el creciente turismo coruñés.