«Fui el 'sheriff' del Equitativa»

Rubén Ventureira A CORUÑA

A CORUÑA

KOPA

Entrevista | Ramón Chousa Penas Fue el acomodador de la sala, que cierra el jueves, entre 1949 y 1972. Le gustaba poner orden, y no se cortaba ante nadie: echó a Amancio por follonero

02 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Inauguró el cine Equitativa en 1949: «El Colón abrió uno antes», precisa. Era el acomodador, «pero también ayudaba en la cabina, en la taquilla, donde hiciese falta, era el chico para todo». Ramón Chousa Penas (San Amaro, 1929) cobraba 17 pesetas a la semana, propinas al margen: «La normal era de 2 reales; la más generosas, de 1 peseta». La entrada costaba 3 pesetas. -Fui el sheriff del Equitativa (sonríe). Me gustaba poner orden. Dominaba al público, pero el público me quería. Había padres que me dejaban a los niños aquí a mi cargo, como si el Equitativa fuese una guardería. -¿Se atrevía con todos? -Una vez vinieron los del Fabril y montaron follón. Avisé a la policía nacional y los echaron. Estaba Amancio en el grupo. -¡Echó a Amancio Amaro del Equitativa! -Sí, y también del cine España, de La Falperra, que era de mis jefes. En el España fue porque tiraron un zapato al patio de butacas desde la parte de arriba del cine. Miré y a uno de una pandilla, creo que a Amancio, le faltaba el zapato. Los eché a todos. -El ruido que no podía evitar era el de la discoteca que había debajo... -Es cierto. A veces, con la música vibraba el patio de butacas. -Supongo que también ejercía de censor en la «fila de los mancos». -(Risas) Sí, había muchas filas de los mancos . Yo apagaba la linterna, me acercaba discretamente, me ponía unas filas por delante y, cuando veía acción, encendía la linterna y les pedía que se comportasen. Cuando había sesión continua, que era de cinco a doce y media, había muchos mancos , sí. -Muy buen cine habrá visto usted... -Aquí pasaron El hombre tranquilo o El ladrón de bicicletas, nada menos. -Lo dejó en 1972... -Cierto. Había rumores de que se iba a cerrar, y pude conseguir un trabajo como funcionario, así que me fui del cine. Albino Francesch Conde fue el primer propietario, el que lo abrió. Tras un tiempo cerrado, un par de años, pasó a la empresa Fraga, y después llegó otro dueño, el de ahora. Me da pena que se cierre. Me entra mucha nostalgia. En aquel tiempo, me conocía toda La Coruña.