El nuevo embajador ante la Santa Sede dejará de ser presidente de los municipios el martes El futuro alcalde era el suplente en la lista presentada en las últimas elecciones generales
16 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?unque el relevo en María Pita se demorará hasta los primeros días de marzo a causa de los distintos procesos burocráticos, la marcha ya anunciada por Francisco Vázquez a su nuevo cargo de embajador ante la Santa Sede provocará un importante cambio a nivel institucional en otras organizaciones. Ayer mismo confirmó el propio Vázquez que el próximo martes presentará su renuncia como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Le sucederá el alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego, -«un gran municipalista, con un carácter muy conciliador y que es muy amigo de Salvador Fernández Moreda», dijo ayer el aún alcalde-, pero habrá presencia coruñesa en el máximo órgano de dirección del organismo que agrupa a los más de ocho mil municipios españoles. «El 28 de febrero, en la reunión de la FEMP en Canarias a la que yo ya no asistiré, se ratificará la entrada de Javier Losada en el comité ejecutivo», avanzó el propio Vázquez. Pero no será el único relevo que tendrá que asumir Losada en los próximos días. Al futuro alcalde le tocará también ocupar el escaño en el Senado que dejará vacante Francisco Vázquez en las próximas semanas. Reglamento En este caso, se trata de la simple aplicación del reglamento electoral, que determina que en el caso del Senado, donde las listas se elaboran por orden alfabético, las bajas sólo se cubren con la entrada del primer suplente de la lista, que en este caso era el lugar que ocupaba Javier Losada. El aún concejal de Urbanismo no podrá dimitir de este nuevo cargo, ya que en caso contrario, el PSOE no podría cubrir la vacante en la Cámara Alta, donde, además, ya se encuentra en minoría frente al PP y precisa de múltiples alianzas para sacar adelante sus proyectos. La presencia de Javier Losada en el Senado le obligará a desplazarse a Madrid una media de dos días a la semana, con especial incidencia en aquellas jornadas en las que haya que votar algún proyecto de ley.