Dos peticiones

ÁNGEL PADÍN

A CORUÑA

PLAZA PÚBLICA | O |

13 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

MIRO el retrovisor y rememoro aquel mediodía del año 1977, en el que un jovencísimo Paco Vázquez acudía al gobierno civil a una reunión. Al llegar, se presentó primero a los periodistas y esperó, junto a ellos, un buen rato, para después acceder al despacho del poncio de turno. Pasados unos minutos, salió José Luis Meilán (gobernaba UCD) y me preguntó: ¿Sabes si llegó el nuevo diputado socialista?». Allí estaba Paco y en seguida fue invitado a entrar al cónclave. Desde entonces no se apeó de la vida oficial. Ahora el alcalde se marcha a Roma, como embajador ante la Santa Sede, dejándonos un tanto huérfanos tras tan dilatada presencia. Se va un abogado y llega -llegará, claro- un médico, Javier Losada Aspiazu, quien, con toda seguridad, seguirá la senda marcada por su maestro. Le deseo suerte. También a Francisco Vázquez su marcha a un minúsculo (poco mayor en extensión que A Coruña) pero poderoso Estado, que se constituyó como tal hace ahora 76 años, poco tiempo para la historia milenaria de la Iglesia. Me atrevería a pedir al que, recibido el plácet, será embajador: primero, que intente acelerar la ascensión de un santo varón coruñés, don Baltasar Pardal, a los altares. Creo que ya lo ha intentado como alcalde; y segundo, que se mueva en el Vaticano para que A Coruña tenga obispo, que también lo intentó. De esta manera, la ciudad podría seguir custodiando los archivos de sus iglesias, hoy trasladados a Santiago por no haber aquí pastor. Seguramente habrá otras peticiones, pero éstas dos serían magníficas para un buen aterrizaje en la silla de San Pedro.