Recordando a Lennon

La Voz

A CORUÑA

EDUARDO

El pulso de la ciudad Los seguidores del «beatle» le homenajean 25 años después de su asesinato. John Lee Hooker Jr. tocó en el Rosalía. R instala una gigantesca cúpula hinchable en Betanzos

08 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Empecé el día bajo un paraguas y recordando tiempos más felices, aquellos en los que Lennon tocaba en directo Imagine . Ayer, 25 años después de su muerte, me acerqué hasta su estatua, en los jardines de Méndez Núñez, donde un grupo de seguidores le rindieron un homenaje. Allí estaba, entre otros muchos, Chema Ríos, el médico que fue uno de los promotores del monumento, y que conoce de primera mano a Yoko Ono y a la familia del beatle . Hubo música y flores, muchas flores. De hecho, la de Lennon es la estatua de la ciudad que más flores recibe en todo el año. Frente a esa estatua, en el Teatro Rosalía, le puse el punto y aparte a los setenta y me volqué en el blues de John Lee Hooker Jr. , el hijo de la leyenda del blues que ya se ha labrado su propio mito. Fue a las nueve de la noche, con el teatro a reventar, cuando la voz de Detroit se subió al escenario y se llevó de calle los aplausos. Y entre Lennon y Hooker hubo tiempo para mucho más. Después del homenaje a Lennon cogí el coche -¿para cuándo un tren de cercanías?- y me fui a Betanzos. Allí, en la plaza Hermanos Naveira, la empresa de cable gallega R ha instalado una gigantesca cúpula hinchable de 175 metros cuadrados y 9 metros de altura. Ahí es nada. Aunque el fin del asunto es sobre todo didáctico, acercar a la gente las posibilidades de la sociedad de la información, lo cierto es que es bastante divertido: uno puede convertirse en el protagonista de una minipelícula de 30 segundos, pilotar de forma virtual uno de aquellos bólidos de los años sesenta, o jugar con ese invento que arrasa en los videojuegos, la cámara eye-toy , que te coloca en la pantalla del televisor. Suerte para el Oa r ? mientras todo esto ocurría, la plantilla del Oar Balonmano pasó un día bastante diferente. Junto a la directiva y el cuerpo técnico, peregrinó a la ermita de Pastoriza, un gesto que ya realizaron hace tres años. Entonces el objetivo era romper el gafe de lesiones que asolaba a la plantilla, y ahora es acabar con la racha de malos resultados. Ojalá funcione.