?a burguesía y el ejército fueron los protagonistas del levantamiento protagonizado, en esta ocasión, por el coronel Acevedo. Aunque mal organizado como el de 1815 y, como éste, con un claro componente romántico, tuvo a su favor la debilidad del régimen y la participación de los soldados, cuya voluntad captó otro comerciante, don Martín de Torres Moreno, que les ofreció una paga extra. Apoyo económico que fue secundado por la mayoría de sus congéneres. Con la burguesía comercial participaron militares, abogados, médicos, artesanos e, incluso, labradores. Con la ayuda del impresor liberal Iguereta se difundieron las proclamas del general Quiroga, nacido precisamente en Betanzos y partícipe con Riego en el levantamiento de Cádiz. Revolución Los retratos de ambos militares estaban por todas partes, pues significaban el triunfo de una revolución constitucionalista extendida por todo el litoral mediterráneo. La Coruña, como Cádiz, ciudad atlántica por excelencia, se vio inundada de proclamas, escarapelas en los sombreros y distintivos verdes, el color del liberalismo. Se procedió a la instalación de lápidas conmemorativas y se dieron a las principales calles de la ciudad los nombres de los militares liberales. El Cantón Grande pasó a ser llamado Porlier, el Cantón Pequeño de Lacy, protagonista de otro pronunciamiento en Cataluña, y querido y respetado en La Coruña en donde había sido capitán general. Acevedo dio nombre a la calle Real. El entusiasmo popular estaba alimentado desde el Diario patriótico constitucional de La Coruña , impreso también por Iguereta. Era el mismo diario que cuando el heroico Féliz Álvarez Acevedo fue, como Porlier, víctima de sus ansias de libertad, esta vez en el campo de batalla, le dedicó unos sentidos versos: «Patriota, no encontrarás / militar que esté con vida. / Murió Acevedo de herida / y del dolor los demás. / En sus cenizas tendrás / la fe inmortal de su saña / pues con heroísmo y maña / la libertad proclamó, / cuyo eco resonó / de Galicia en España».