El estreno comercial de la película tendrá lugar esta tarde en las salas de Los Rosales «Llevamos al espectador hasta la última frontera», dice el director del filme
11 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.«Si hubiera estado más cerca me habría metido en la boca de la ballena». La frase es de uno de los cámaras que rodaron Deep Blue, la película documental de la BBC que ayer se estrenó en A Coruña. Horas antes de esa primera proyección, la Domus albergó la presentación del filme. El metraje que ayer se vio en la pantalla IMAX del museo fue espectacular, rodado entre los tiburones de la Isla Cocos, la Antártida... «Es una de las mejores películas de la historia del cine sobre naturaleza», dijo Joaquín Araújo, el coordinador del proyecto en España. El producto final resume las mejores imágenes de las 7.000 horas rodadas para el programa de documentales de la BBC Blue Planet. «Nos hemos pasado doscientos días en el mar sin conseguir más de cinco minutos de metraje», explicaban ayer los responsables de la iniciativa, que se lanzaron durante cinco años a la caza de lo colosal, de lo espectacular, y de lo curioso, como conseguir imágenes del pez que inspiró el monstruo de Alien . Araújo se lamentó de que la televisión pública española no pueda presumir de este tipo de productos: «Televisión Española tiene 16.000 trabajadores, y ninguno tiene como única misión la producción de documentales sobre naturaleza. La BBC tiene cuatrocientos empleados en lo que ellos llaman la Unidad de Historia Natural, trabajando todos los días laborables del año en ello». Competencia Araújo también se refirió a las posibilidades de éxito de Deep Blue frente al resto de las grandes superproducciones cinematográficas ( en A Coruña se proyecta en los cines Yelmo Cineplex Los Rosales). «Es un espectáculo de tal intensidad que creo que sí podrá competir con el resto de estrenos», dijo ayer durante la presentación del evento. La película narra un periplo a lo largo de los mares del planeta, desde los arrecifes de coral al desierto helado de la Antártida y hasta las profundas simas abisales. El director del filme, Alaistair Fothergill, presentó su obra como un viaje en el que «llevamos al espectador a un mundo nunca visto donde se encuentra la última frontera».