Cándido Barral, concejal de Atención Ciudadana, estudia la posibilidad de incrementar el callejero coruñés aplicando segundos nombres de pila. La medida, todavía pendiente de aprobación, afectaría a una vía urbana tan emblemática como el paseo marítimo, que dada su longitud podría jalonarse con nuevas denominaciones para facilitar la ubicación. La idea consiste en oficializar nombres que en la calle ya se utilizan contando para ello con la docena de rotondas que se abren en el paseo. Así, adquirirían rango propio las glorietas de San Antón o los emigrantes (por el monumento que existe en ella), Veramar, Adormideras o Torrente Ballester, Breogán o sartén de la Torre, As Lagoas o Casa de los Peces, Surfistas, Salesianos, Cine Goya, Rubine, Esclavas, Refugio y Millenniun. A la espera de futuros proyectos, poco a poco, se irán realizando las rotulaciones ya anunciadas, al tiempo que se decide a qué calle irán a parar placas con nombres como el de la feminista Clara Campoamor, los Nobel Echegaray y Benavente, o los de personajes coruñeses como Cristino Álvarez o Fernando Arenas. Paralelamente, el paseante descubrirá el nombre de vías bautizadas antiguamente pero desconocidas para la mayoría por carecer de identificación. Ayer mismo, el Ayuntamiento colocó la placa de la calle Alberto García Ferreiro (creador de la copla que compara A Coruña con el cielo), en la vía de acceso al centro social de San Diego, abierta hace seis años.