20 oct 2001 . Actualizado a las 07:00 h.
En Pekín hay cinco coruñeses. Uno de ellos se llama Alfredo Sambade. Tiene 54 años, nació en Monte Alto y lleva 14 residiendo en China. Hablar con él es como hacerlo con un filósofo. «Si sabes navegar, en China puedes hacerlo por un estrecho río de libertad», dice. Alfredo Sambade no pudo votar. Quiso hacerlo, pero durante el periodo en el que estaban expuestas las listas en la embajada española, «tuve que viajar al interior del país. Me ocurrió lo mismo en las últimas elecciones generales. Tal vez, el destino me roba esa rendija de libertad que entra por mi ventana en este país, que intenta hoy occidentalizarse y cambiar su imagen. Lo malo es que sólo eso cambiará».