Otra muesca de gran arquitectura

Luís Pousa Rodríguez
LUIS POUSA A CORUÑA

A CORUÑA

Autores como Arata Isozaki, César Portela o Manuel Gallego Jorreto han transformado el diseño urbano de A Coruña El quiosco de la plaza de Orense, obra de Santiago Rey Pedreira, será rescatado el próximo año de su actual clausura «a cal y canto». El pasado otoño, coincidiendo con el final de las concesiones, el Concello recuperó el edificio para su transformación en puesto de información turística y punto de venta de entradas de espectáculos. El objetivo es sumar a la firma de Rey Pedreira la de un autor que pueda devolver al emblemático palacete el esplendor que poseía cuando se levantó, en los años 50, en lo que era un simple cruce de calles. Ahora, A Coruña quiere añadir otra muesca en su nómina de grandes arquitectos.

16 ago 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde la década de los años 80, las rehabilitaciones de edificios históricos y las obras de autores de primer nivel han transformado progresivamente el diseño urbano de A Coruña. Entre las piezas más emblemáticas de la nueva arquitectura de autor sobresale el diseño de la Casa del Hombre, trazado a cuatro manos por el nipón Arata Isozaki y el gallego César Portela. La calidad del nuevo urbanismo coruñés ha cosechado durante los últimos lustros dos premios nacionales de Arquitectura. El Museo de Belas Artes, diseñado por Manuel Gallego Jorreto, obtuvo este galardón por su integración en el recinto histórico del convento de las Capuchinas. La otra obra que luce el marchamo del prestigioso Premio Nacional de Arquitectura es la Facultad de Ciencias de la Salud. La rehabilitación del antiguo lazareto construido en los años 20 por Pedro Mariño se plasmó en un galardón para Manuel de las Casas, que añadió nuevos volúmenes al edificio original respetando la estructura orginal del inmueble. Obras recuperadas Los años 80 también se saldaron con la rehabilitación de un conjunto de edificios que se integraron en la red cultural de la ciudad. El palacete de Santa Margarita se convirtió, de la mano del arquitecto Felipe Peña, en Planetario y Casa de las Ciencias. Nacía así el primer museo científico de la red divulgativa de A Coruña, que tendría luego herederos como la Domus o el Aquarium Finisterrae. También se rescató del olvido el céntrico Kiosco Alfonso. La obra de Rafael González Villar, que había funcionado como cine, sufrió una profunda reconversión diseñada por Xosé Manuel Casabella. El Kiosco resucitó y abrió al público como el buque insignia de las salas de exposiciones de la ciudad. El Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia también ha distinguido con sus premios a edificios singulares, como el Sanatorio Marítimo de Oza, la Casa del Francés o el Centro de Salud del Castrillón.