«La refinería se puede transformar en la gran escultura de A Coruña»

La Voz

A CORUÑA

LUIS POUSA LA ENTREVISTA César Portela, arquitecto y autor de una de las propuestas del Parque Atlántico Cuenta César Portela (Pontevedra, 1937) que, cuando trabajaba junto a Arata Isozaki en la construcción de la Domus, se fijó por primera vez en el monte de San Pedro, que se erguía indómito al otro lado de la bahía de Riazor. «Un día me llevó hasta San Pedro el carpintero de la Domus, que tenía allí su taller, y me encontré con una zona fascinante que había sido marginada históricamente», apunta. Algunos años después, el arquitecto aspira a diseñar el proyecto que transformará este espacio en el Parque Atlántico.

06 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

La futura zona verde, que ocupará un área de tres millones de metros cuadrados, supondrá la mayor actuación urbanística de la era Vázquez. Sin esbozos ni anteproyectos previos, el futuro paisaje del parque saldrá de los cerebros de uno de los cuatro estudios que han presentado sus ideas al concurso (Pentia, TTU, Iceacsa y el propio César Portela). -¿Por qué se embarca un arquitecto en la aventura de diseñar un parque? -Porque me parece una obra maravillosa, tanto desde el punto de vista profesional como para la ciudad. Se trata de ganar el océano en un lugar fantástico desde el que se domina todo el mar entre las islas Sisargas y el cabo Prioriño. -¿Qué peculiaridades ofrece esta zona? -Es como una maqueta o resumen de lo que es Galicia. Tenemos una aldea en Bens, un pequeño puerto marinero en O Portiño y una gran ciudad. -Ha incluido en su equipo de trabajo a Agustín Ibarrola, con el que ya colaboró en el parque de O Rexo de Allariz. ¿Cómo respondió Ibarrola a su propuesta de convertir la refinería en un «bosque pintado» similar a Oma? -En efecto, colaboré con él en el parque de O Rexo y en la estación de autobuses de Córdoba. Él estuvo aquí en marzo y le pareció muy bien la idea de colorear la refinería, porque encaja en su concepto de sacar el arte a los espacios libres, de no crear para lugares cerrados. Ahora los depósitos y chimeneas tienen un aspecto muy frío y degradado, pero la refinería se puede transformar en la gran escultura de A Coruña. Sería un objeto maravilloso, porque esta industria tiene una gran belleza y una gran fuerza que ahora está enmascarada. -Usted ya realizó una experiencia parecida en la planta de Tenerife. -Hace diez años yo formaba parte de un taller que había diseñado el proyecto Tenerife y el mar, menos ambicioso que éste, y que luego se llevó a cabo parcialmente con la conversión de un antiguo depósito de la refinería en un auditorio. -Al margen de pintar la refinería, ¿qué otros puntos destacaría de su proyecto? -Quiero crear una carballeira, que en Galicia es un lugar sagrado donde se sitúan los santuarios, para instalar la Casa de los Pájaros y de las Mariposas. Además, el monte de Outeiro se convertirá en un jardín japonés y O Portiño puede ser la base de un barco que permita contemplar el entorno natural y su fauna. -¿Y en San Pedro? -En la zona de las baterías se recuperarán las garitas, ese mundo subterráneo, para crear un mirador acristalado.