El hundimiento en 1971 del «La Isla» en La Torre causó catorce muertos

EMILIANO MOUZO A CORUÑA

A CORUÑA

Los tripulantes del pesquero perdieron la vida por falta de medios de salvamento Cinco muertos, siete desaparecidos y un superviviente fue el saldo del naufragio el pasado martes en aguas irlandesas del arrastrero gallego «Arosa». Una vez más el mar se cobró un inesperado impuesto en forma de vidas humanas. Y como en la mayoría de las ocasiones los contribuyentes son gallegos. Coincide esta desgracia con un acontecimiento similar que hace hoy treinta años dejó muda, enlutada, llorosa a la ciudad de A Coruña. En aquella ocasión catorce marineros dejaron sus vidas en la costa de la Torre de Hércules. Tan sólo un tripulante de la baka «La Isla» pudo salvarse.

04 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Eran las cinco de la madrugada y el pesquero La Isla navegaba hacia el puerto de A Coruña con una buena marea de merluza. Por causas que treinta años después aún no están claras la baka encalló contra los bajos de la Torre Hércules. Sólo el maquinista del barco, Ramón Seoane Martínez pudo ser recogido con vida después de permanecer seis horas en el mar agarrado a un tablón. Ramón Seoane contaba la odisea en su habitación del Sanatorio Socorro donde fue internado. «Me encontraba en la sala de máquinas y sentí un fuerte golpe y salí inmediatamente a cubierta». Continúa narrando: «Minutos después el barco se escoró y tumbó. Me vi en el agua agarrado a un tablón». Otros compañeros de Ramón hicieron lo mismo. Se comunicaban entre ellos con el fuerte ruido del mar de por medio. Sin embargo, poco a poco, el maquinista fue dejando de escuchar las voces de sus compañeros. La tragedia de La Isla es recordada con rabia y desesperación por los ciudadanos coruñeses, pero sobre todo por los vecinos de As Lagoas. Escuchaban los llantos de los náufragos, sus desesperadas llamadas de auxilio. Sin embargo era imposible hacer nada por ellos desde tierra. Le tiraban cabos pero el mar los transformaba en hilos de coser.