«De entrada, a nivel celular nosotros medimos: longitud de telómeros, estado inflamatorio y estado oxidativo. También vigilamos la vitamina D, la microbiota, los niveles hormonales, el marcador de la homocisteína, para predecir el riesgo de accidente cardiovascular, y el PCR ultrasensible para la inflamación», cuenta el doctor Ángel Durántez, director de la clínica Neolife dedicada a la medicina preventiva bajo el enfoque de la Age Management Medicine. «Si empiezas a medir tu nivel de progesterona, porcentaje de grasa, densidad ósea, músculos, fuerza, capacidad cardiovascular, y frenas el acortamiento de telómeros con actuaciones muy intensas frente a la inflamación y oxidación celular, vivirás más joven y funcional», asegura. Advierten estos especialistas, algunos ligados a clínicas de cirugía estética, contra las falsedades del prostituido término antiaging. «Ahora todo es antiaging como antes todo era light, pero se venden hasta complementos no testados», alerta el Dr. José Serres, presidente de SEMAL.
Pero, si ahora solo estamos en la pista, la verdadera medicina antiaging del futuro es la terapia regenerativa de órganos y tejidos con células madre, la terapia génica -en la que María Blasco lidera el uso de la enzima telomerasa- y la nanorobótica, que sí permitirá alargar la vida y viviendo muy bien. Aunque el complemento de la telomerasa TA 65 es la estrella del mercado antiaging por haber demostrado que reduce la cantidad de telómeros acortados, la directora del CNIO explicó a OK que este «es un activador de la telomerasa poco potente» que no sustituye a la terapia génica con dosis mayores que usan en su experimentos. Sí se sabe que funciona la restricción calórica -distanciando la ingesta de alimentos- tan eficaz como el ayuno intermitente, citan en el libro».