Un lugar que ofrece cada vez más interés científico

La Voz

CIENCIA

05 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El singular interés científico que ofrece la cueva de Triacastela se ha incrementado aún más desde el año pasado debido a los últimos descubrimientos sobre el genoma del hombre de Neandertal, que sugieren que en una determinada época hubo intercambios genéticos entre esta especie y el Homo sapiens . Los autores de este descubrimiento, anunciado en la revista Science la pasada primavera, piensan que ese cruzamiento tuvo lugar en Oriente Medio hace entre 100.00 y 80.000 años. En esa época, los habitantes neandertales de Cova Eirós, como todos sus congéneres de Europa occidental, vivían aún totalmente aislados del Homo sapiens , que se expandió por el continente hace unos 45.000 años.

Los investigadores esperan que Cova Eirós pueda ofrecer nuevas informaciones que ayuden a reconstruir este largo y enigmático período de transición en el que nuestra especie fue ocupando los territorios en los que los neandertales había vivido previamente durante decenas de miles de años.

Las excavaciones de Cova Eirós, como las demás investigaciones sobre el Paleolítico que se realizan actualmente en el sur lucense, se encuadran en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño», que coordina la Universidade de Santiago desde el 2006 y que se seguirá desarrollando al menos durante otros tres años más.